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"Las nominaciones a los Goya 2021", por Paco España

Este año, la entrega de los Premios Goya va a ser la mas atípica de todas las ediciones habidas hasta el momento ya que, si no cambian las cosas y debido a la pandemia, l@s nominad@s no van a estar presencialmente sino que va a ser mediante conexión telemática, algo muy desafortunado para los ganadores, especialmente los responsables de los cortometrajes, a los que se va privar de una experiencia inolvidable y que puede ser única en sus carreras, la de recoger un Goya delante de lo más granado de la profesión en un teatro monumental.


En esta edición sería lógico que hubiera una clara destacada. Se trata de La niñas, de Pilar Palomero, que puede ganar los premios principales y, por mor de estas normas tan extrañas que tienen los Goya, la directora no está encuadrada entre las nominadas a la mejor dirección sino que está a la mejor dirección novel, algo similar a lo que ocurrió con Raúl Arévalo y su película Tarde para la ira, y, por este motivo, se abren las posibilidades a la mejor dirección, por lo que todo apunta a que este premio puede tener un nombre femenino consagrado, o Iciar Bollaín por La boda de Rosa o Isabel Coixet por Nieva en Benidorm.


En cuanto a la película más nominada, Adú, puede hacerse con algún premio secundario, pero no los principales, porque es una película excesivamente complaciente como para ser demasiado relevante. Otra de las películas que merecen ser destacadas en esta edición es Ane, de David P. Sañudo, otro director novel, que cuenta con una actriz absolutamente inspirada, Patricia López Arnáiz, que puede ser la ganadora, pero es justo reconocer que en esta apartado la competición es muy grande porque Kiti Mánver en El inconveniente, Candela Peña en La boda de Rosa y Amaia Aberasturi en Akelarre hacen magníficos trabajos.


En lo que respecta a los actores protagonistas parece que puede ser el año de Mario Casas por No matarás, que lograría el premio que le proporcionará el respeto de la profesión y le apartaría de esa fama de chico guapo y escaso de talento que le encumbró, aunque el actor que realmente hace un espléndido trabajo es David Verdaguer en Uno para todos. En el resto de las nominaciones en interpretación cabe destacar a Sergi López, por La boda de Rosa, como mejor actor de reparto y la actriz colombiana Juana Acosta, por El inconveniente, como actriz de reparto, aunque resulte incomprensible que no esté nominada como actriz principal.


Sobre las interpretaciones en el apartado revelación, parece que Milena Smith tiene muchas posibilidades por No matarás y de esta misma película puede salir el ganador masculino, Fernando Valdivielso, el compañero de José Coronado en el anuncio de chocolates Valor, aunque el estupendo trabajo de Chema del Barco por El plan puede hacerle ganador. Otros apartados relevantes en esta edición son el de mejor largometraje europeo con cuatro títulos excelentes, de lo mejor visto en 2020 en términos absolutos: Falling, de Viggo Mortensen; El padre, magníficamente interpretada por Anthony Hopkins; El oficial y el espía, de Roman Polanski; y la polaca Corpus Christi, siendo esta última una película tan excepcional que merece ser la ganadora entre un ramillete que atesora tanta calidad cinematográfica.


Algo similar ocurre con la categoría a mejor cortometraje de ficción, con cinco títulos magníficos: Lo efímero, de Jorge Muriel, repleto de sensibilidad romántica en un vagón de metro; Gastos incluidos, de Javier Macipe, una curiosa y humana visión del problema de acceso a la vivienda; Beef, de Ingride Santos, con Ruth Gabriel, sobre la educación y las relaciones materno filiales; 16 de decembro, de Álvaro Gago, con otra potente historia de supervivencia femenina; y A la cara, de Javier Marco y Belén Sánchez-Arévalo, que desenmascara la enorme crueldad que se esconde tras el anonimato de las redes sociales con enormes interpretaciones de Sonia Almarcha y Manolo Solo. Cualquiera de los títulos puede ser el ganador porque atesora suficiente calidad para ello.


En cuanto a los largos documentales, no encontramos con cuatro trabajos muy diferentes, desde un disección de Francisco Umbral como personaje en Anatomía de un Dandy; pasando por un mosaico de más de tres horas de lo más alejado a los fastos del año 92, con el declive económico e industrial de Cartagena en El año del descubrimiento; la vergonzosa mirada hacia otro lado de Europa en el drama de los cayucos en el Mediterráneo en Cartas mojadas, que podría ser el ganador; pero la existencia de un trabajo totalmente heterodoxo titulado My Mexican Bretzel, sobre una historia familiar de ficción creada a través de una imágenes encontradas por la directora, Nuria Giménez Lorang, que además está nominada a mejor directora novel, hace que este trabajo se perfile como favorito.


En lo que se refiere a las nominaciones a la mejor película latinoamericana, la más cercana al cine español es, sin duda, la colombiana El olvido que seremos, dirigida por Fernando Trueba e interpretada por Javier Cámara sobre la famosa novela que Héctor Abad Faciolince escribió sobre su padre, pero es una película que se estanca en la fascinación que sus responsables sienten por el personaje que retratan. Sin embargo resulta fascinante la chilena El agente topo, un documental sobre la infiltración de un anciano, recientemente enviudado, en una residencia geriátrica para espiar en estado de los internos y las instalaciones y transmitirlo al exterior al más puro estilo del género de espías. La humanidad, drama y comedia que respira a partes iguales, haces de su visionado una experiencia deliciosa.


Lo mas extraño en este apartado es que no aparezca la excelente película mexicana Nuevo orden, de Michel Franco, último ganador de la Mostra de Venecia. Quizás su coproducción con Francia haya dificultado su presencia en los Goya, aunque otra nominada, la guatemalteca La llorona, una película sobre los fantasmas que acechan, entre llantos, a un general genocida del pueblo indígena, también está coproducida por el país galo. Grosso modo, ésta es la relación de nominados y mis favoritos, aunque lo más probable que el resultado final sea completamente diferente al aquí expuesto.