script

Crítica: "Ane", por Paco España

Ane es el primer largometraje de su director, David P. (Pérez) Sañudo, con una interesante trayectoria en el mundo del cortometraje y de la productora cinematográfica vitoriana Amania, la cual sigue los pasos de Moriarti, la premiada productora donostiarra responsable de La trinchera infinita que representará a España en los próximos premios Oscar. Ane no es el nombre de la protagonista de la película, en realidad es Lide, pero sí es el nombre de su hija adolescente. Que el título represente ese nombre demuestra a las claras la gran importancia que Ane tiene para su madre.


La absoluta protagonista de la película, en una composición magnífica de su personaje, es la actriz vitoriana Patricia López Arnaiz, actriz que lleva diez años batiéndose el cobre en la interpretación desde sus inicios en 80 egunean, dirigida por Jon Garaño. Recientemente la pudimos ver en un papel destacado en la estimable Uno para todos, aunque sus trabajos más relevantes están en las series televisivas La otra mirada y La peste.


La película se desarrolla en el País Vasco en 2009, cuando ETA estaba dando sus últimos estertores y la Kale Borroca, compuesta por gente muy joven, realizaba las últimas acciones violentas, en este caso la destrucción de pequeñas infraestructuras de las obras del tren de alta velocidad que tendría que unir las capitales vascas y que suponían enormes expropiaciones de terrenos para su construcción. Lide, es una mujer resuelta e independiente, que trabajo como vigilante en las obras del tren. Su relación de pareja no llegó a buen término, aunque tampoco se ha apagado del todo.


De ella nació Ane, ahora una adolescente que busca su camino en círculos independentistas interpretada con acierto por la joven Jone Laspiur. La película se sitúa en una época histórica concreta, pero eso es circunstancial ya que trata un tema universal, las relaciones madre-hija, que suelen estar repletas de admiración y dependencia mutua, origen de una enorme energía que hace saltar chispas por la diferencia generacional.


La película trata de esto y del pánico a la soledad, como demuestra el largo y coherente plano final. Ane es una interesante ópera prima que pone el dedo en la llaga de temas importantes y universales con intérpretes de gran nivel, mayoritariamente vascos, como las dos ya mencionadas, además de Mikel Losada, Luis Callejo, Fernando Albizu, Nagore Aramburu, Iñaki Ardanaz, Lander Otaola y Gorka Aginagalde entre otros.