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"Unos Oscar 2021 (a)típicos", por Javier Collantes

En unos tiempos extraños, la ceremonia de los Oscar 2021 se celebra de una manera distinta pero con la importancia de unos galardones que sirven como prestigio y la recaudación en taquilla de todo el mundo. Esta vez, la ceremonia número 93 nos deja, nos ofrece, una importante selección de películas nominadas cuyo interés se encuentra en el devenir del ser humano, una clase fílmica de mayor envergadura desde un punto de vista más allá del puro espectáculo, sobre manera en los premios importantes de dicha edición, cine que entretiene y a su vez hace reflexionar en cada film. De las películas que he visto, en mi criterio, he de decir que su calidad, por lo general, es superior a ediciones anteriores, comenzando con películas de mayor calado en su exposición narrativa. Sin extenderme demasiado, algunas consideraciones breves sobre los mejores títulos.


El padre es una excelente película cuyos orígenes proceden de una obra de teatro y se percibe en su puesta en escena, cuyos valores son muchos, junto a una historia de la memoria, la demencia senil, un retablo de cine británico de alta escuela. La interpretación del genial actor Anthony Hopkins es el registro de un maestro de la interpretación y sería justo ganador del premio al mejor actor protagonista que, junto a la actriz de reparto Olivia Colman, realiza una interpretación extraordinaria. Sería justo su premio a la mejor actriz de reparto.


Cine dentro del cine, Mank, cuyo actor Gary Oldman realiza una notable interpretación. La película Ciudadano Kane, el glamour y la maquinaria de Hollywood en una época dorada junto a las entrañas de los guionistas, productores, y una fotografía adecuada a los tiempos de la historia del film, se me queda en las esencias de una película academicista, que me deja frío y no me emociona, sin embargo sus valores radican en su ambientación y el reparto interpretativo.


Un film con un ritmo de cine de otra magnitud, Minari. Historia de mi familia, en el cual se nos narra de manera sensible una historia de una familia asiática-norteamericana que se instala en una zona rural de Arkansas para abrir una granja. La iluminación en sus encuadres, las asombrosa interpretaciones, en especial el papel de la abuela y el niño, resulta un sublime retrato de una familia, sus esfuerzos, junto al paisaje y sus diálogos, una propuesta de cine de alto nivel.


Nomadland es un nuevo estamento en la vida de los Estados Unidos profundo. Los nómadas, la crisis, una road movie melancólica, extraordinaria, llena de sensibilidad, con un ritmo narrativo pausado, nos describe una historia que llega y nunca se marcha. Un film de belleza interior cuyos protagonistas, y en especial Frances McDormand, aportan exactos registros en la interpretación. Cine de miradas, sin despedidas. Será la gran ganadora de los grandes premios.


El alma de una gran película, humor negro, drama, fotografía, banda sonora... para Una joven prometedora, una historia demoledora. El #MeToo, un pasado, un personaje fascinante cuyo dolor, tristeza y venganza hacen de dichos elementos una magistral película en todos su órdenes. La interpretación de Carey Mulligan es digna de pasar a la Historia del Cine de este siglo XXI. Una película que no deja indiferente, una de las sorpresas de este año 2021.


Construida sobre las bases del cine clásico, y dirigida por Aaron Sorkin con un ritmo sobresaliente, El juicio de los 7 de Chicago se desarrolla en 1969. Un juicio para individuos detenidos durante una manifestación en contra de la guerra de Vietnam. Una de las grandes películas. Su puesta en escena, interpretación, ritmo narrativo, e historia, nos entrega cine de mucho celuloide en cada secuencia, cine judicial, cine universal y reivindicativo.


En el capítulo internacional, Otra ronda, sin lugar a dudas una película excepcional. El alcohol como elemento experimental para unos profesores de escuela. A partir de esta acción, el film construye una perfecto entramado de la soledad, la familia y la enseñanza, una ronda de gran paladar cinematográfico en reparto, intensidad y canciones, un verdadero cuadro sin trampa que ofrece un relato incesante, directo y emotivo cuyo final es una bocanada de aire fresco.


Finalmente, en el apartado documental, la coproducción hispanochilena (y en la línea de la docuficción) El agente topo, un hombre de 83 años contratado por una agencia de detectives privados para infiltrarse en un hogar de jubilados y establecer amistad con los residentes, una investigación para transmitir que ocurre en su interior. Repleta de ternura, elegancia, diversión, sensibilidad... y con un actor que borda la perfección. Un film tan sencillo como maravilloso, una historia de destinos.