script

FICARQ 2017: Noruega de cine

Como ya incluíamos en nuestro avance de contenidos y en la noticia referente a la presentación oficial, que se pueden leer AQUI y AQUI respectivamente, Noruega ha sido elegida por el Festival de Cine y Arquitectura FICARQ como país invitado en esta edición 2017 porque está plagado, segun la organización, de artistas tanto de la arquitectura como del séptimo arte. Por un lado, la capital, Oslo, definida como 'entre antiguos cuentos de hadas y la vanguardia', es la capital europea que más ha crecido desde inicios del siglo XXI, y, por otro, su cinematografía ofrece historias de un país lleno de secretos por descubrir. 


La revista de arquitectura internacional Dwell define Noruega como una forma de urbanización entre las antiguas tradiciones y las nuevas oleadas de arquitectos acordes con el Movimiento Moderno, una afirmación que permite entender la combinación entre iglesias del siglo XII con edificios más actuales como la Casa de la Ópera de Oslo, cuyo aspecto se asemeja a un glaciar, en un contexto de proyectos masivos de desarrollo urbano que están transformando el horizonte noruego en una metrópoli moderna con tecnología de última generación, pero siempre respetando las figuras tradicionales nórdicas y vikingas.

Además, de un tiempo a esta parte, el cine noruego, hasta hace unos años poco conocido fuera de sus fronteras y las de sus países vecinos, está cada vez más presente en los festivales internacionales y en los circuitos comerciales, a la vez que se ha afirmado en su mercado interior, obteniendo el apoyo de su público hasta alcanzar en 2016 el 23´9% de cuota del mercado nacional. Aunque estamos ante una cinematografía joven, donde la Escuela Nacional de Cine fue fundada en 1997, exhibe una fuerte personalidad, tan arriesgada como rigurosa, de amplio espectro temático y de gran calidad técnica y artística.


Todas estas características podrán apreciarse, del 4 al 8 de julio, en FICARQ 2017, certamen que suma la colaboración del Instituto Noruego de Cinematografía y la Embajada de Noruega en España y que estrenará comercialmente en nuestro país, en rigurosa primicia, diferentes títulos que han participado en numerosos y destacados festivales internacionales recibiendo, además, importantes premios, que avalan su calidad e interés, motivo por el cual, además, diversas personalidades noruegas relacionadas con el cine y la arquitectura visitarán Santander durante estos días participando en charlas, coloquios y conferencias.


Respecto a la programación fílmica, comenzamos con Kraftidioten (Uno tras otro) (2014), de Hans Petter Moland, una comedia de humor negro y gamberro políticamente incorrecta en la órbita del famoso 'Nordic Noir', ágil y refrescante, cercana al universo Tarantino, que ofrece una curiosa mirada a la Noruega rural entre impresionantes paisajes nevados.


El listado de cine continúa con otra comedia, en este caso romántica, 1001 Grams (1001 gramos) (2014), de Bent Hammer, un leve, cálido y sutil proyecto basado en la economía de medios, en un estilo próximo al minimalismo, que construye un sensible y melancólico retrato del despertar sentimental de una joven científica durante sus viajes a la ciudad de París.


También se proyectará For Snoen Faller (Antes de la nevada) (2013), una 'road movie' dramática de Hisham Zaham sobre conceptos universales como la familia, el amor, la dignidad y el honor rodada en cuatro países diferentes, uno de ellos obviamente Noruega, que recorre en su viaje el protagonista y que afronta un conflicto de culturas enmarcado en la emigración ilegal.


Finalmente, aunque encuadrada en el cine de catástrofes e inspirada en hechos reales, Bolgen (La última ola) (2015), de Roar Uthaug, mezcla los elementos propios de este género con ciertas particularidades que la distinguen de los títulos más convencionales y que pasan, entre otros, por su sobriedad y el diseño de los personajes, dotados de un realismo y verosimilitud.

Finalmente, los contenidos noruegos en FICARQ 2017 se completarán con Arquitectura y Paisaje: Carreteras que emocionan, exposición que retrata, sin duda, una de las características más impactantes del paisaje noruego: su potencia visual. La arquitectura noruega siempre ha mantenido una relación con su entorno de forma respetuosa y elegante, creando obras que dialogan con el paisaje. Recorrer este espectacular territorio sin sentir su atracción es una tarea imposible, pero esta muestra, a través de su material fotográfico, recorre diversos caminos buscando estos pequeños ejemplos de simbiosis armónica entre arquitectura y naturaleza.