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"Música y cine: ¿Se te ocurre un mejor combo?", por Rocío Argüeso

¿Hueles eso? Ese olor parecido al algodón de azúcar, suave y que endulza tus pituitarias. El olor característico del humo que emana desde el escenario antes de que anuncien la entrada estelar de tu cantante favorito. Esos segundos que se convierten en minutos interminables de espera que hacen que se te disparen las emociones: felicidad, nervios, admiración, ganas de darlo todo... Es justo ese momento, cuando miras la pantalla de la derecha que muestra toda la gente que ha acudido al festival, en el que te das cuenta de que el mundo es gigante y que tú sólo eres uno entre toda esa marabunta de gente, y que si la chica que tienes al lado no sabe respetar las distancias, y aprovecha para atropellarte, no es sólo tu problema, sino que es el mismo para otras 13.000 personas de tu alrededor. Pero, a fin de cuentas, un festival es eso, diversión pero con un poco de riesgo.


Si queremos hablar de festivales y de cantantes con voz casi angelical tenemos una película: Dando la nota, o Pitch Perfect. La famosa saga de tres películas enfocadas en las aventuras de un grupo de chicas que integran una formación de canto a capela. Tanto la primera película, que vio la luz en 2012, como la segunda de 2015 y la tercera que se estrenó en 2017 están inspiradas en el libro de Mickey Rapkin, unas películas que cuentan con una banda sonora increíble en la que combinan canciones típicas con hits de los años en los que están filmadas. En su reparto brillante participan el icono de la comedia estadounidense Rebel Wilson y otras figuras importantes en el mundo cinematográfico como Anna Kendrick, trabajando mano a mano con cantantes de la vida real como Hailee Steinfeld. Parece que estas películas tienen todos los ingredientes para ser taquillazos, y efectivamente lo fueron... y lo seguirán siendo. ¿A qué esperar para meterte dentro del canto a capela?


Como muchos sabréis, no todos los festivales son increíbles, y no me refiero a aquel festival por el que pagaste 50 euros y al final no apareció el único cantante por el que habías ido porque resulta que tuvo un 'percance' de última hora. Quiero hacer una mención especial a La gran evasión. Este clásico de 1963 narra la emotiva historia de la huida de un grupo de prisiones de un campo nazi. ¿Y dónde están los colorines, la felicidad y los brillantitos de los festivales? En esta película escasean esas fantasías, pero todo el plan de huida se basa en diferentes planes para despistar a los carceleros y uno de ellos consistía en la organización de un pequeño festival para los prisioneros. Una película que te muestra la realidad que sufrieron muchos prisioneros cuando intentaban huir de su destino final, ¿igual la cola para comprarte un cuarto de pizza no es tan dura no?


No todo tiene que ser negativo en estos festivales, también existen algunos que donan el dinero que recaudan tanto con las entradas como con las compras de la gente a organizaciones benéficas que lo necesiten. Para representar una buena muestra de caridad está la película de 1980 Granujas a todo ritmo. La historia se centra en el reencuentro de estos dos hermanos y sus ansias por salvar el orfanato en el que se criaron. Este edificio va a ser clausurado debido a una alta deuda que deben saldar. ¿Qué mejor manera que un concierto para recaudar esa cantidad de dinero? John Belushi y Dan Aykroyd lo tienen claro y se meten en el papel de los Blues Brothers para interpretar esta película plagada de comedia y risas pero con un trasfondo que te hará ver que debes luchar por aquello en lo que crees y que la música siempre es una buena solución.


Si eres de los que echas el currículum para trabajar de organizador, staff, camarero, fotógrafo, miembro del equipo de redes sociales… y todos esos cargos que te hacen sentir una persona importante, tenemos una última película para ti. Demetri Martin, el famoso comediante estadounidense, deja atrás su faceta más divertida e interpreta a Elliot Tiber en un filme que narra la dramática historia de un organizador de eventos. Elliot fue uno de los encargados de que Woodstock vaya sobre ruedas. En esta película de 2009, Destino: Woodstock, no te faltará la buena música mientras acompañas a nuestro protagonista en su estresante misión, ¿qué se esconde detrás de un buen festival? Una buena organización, siempre. Elliot podría contarlo desde 'el otro escenario'.