Sinjar es la historia de tres mujeres, que luchan por serlo, en un mundo hostil y violento que ejerce la represión contra las mujeres por el hecho de serlo. Cuenta las historias de tres de ellas contra el fanatismo del estado islámico, siendo dos de ellas madres, lo que hace que la situación sea mucho mas compleja y prácticamente insoportable. Una de ellas vive en una pequeña población de Irak, que es tomada por el Daesh, y, automáticamente, es esclavizada junto a sus hijo e hijas, sufriendo la esclavitud en todas sus consecuencias, de trabajo, sexuales y de fanatismo religioso, algo que soporta con resignación hasta que la situación alcanza plenamente a sus hijas y a su hijo, a ellas por el internes sexual del dueño de la casa y a él para convertirlo en un mártir de la causa de Alá. Una lucha desigual y dramática.
La segunda historia, la menos intensa, nos muestra a una joven kurda, miembro de la familia anterior, que ha logrado escapar del asedio y, en el camino de reencuentro con su familia, se alista en el ejército para luchar contra el Estado Islámico, con las situaciones bélicas imaginables, más duras por el hecho de ser mujer. La tercera historia nos cuenta la historia de una profesional de la medicina en Barcelona, cuyo hijo desaparece de su casa, hasta que se pone en contacto para informar que se unido al estado islámico en Siria. Vemos su lucha para intentar convencerle de su regreso, al mismo tiempo que intenta vivir con visos de normalidad en su entorno social y de trabajo, papel interpretado con su habitual calidad por Nora Navas (La vampira de Barcelona), acompañada por Luisa Gavasa (El crack cero). Las secuencias que comparten suponen una auténtico disfrute para el espectador que pueda apreciar las buenas interpretaciones de ambas.
La directora Anna Bofarull destaca por sus trabajos anteriores como documentalista, algo que se aprecia en diversas secuencias de la película, que tienen ese carácter documental característico y que la directora logra cargar de intensidad y dramatismo porque las situaciones que narra tienen una enorme carga trágica, por ser personajes en una posición de inferioridad frente a la sinrazón de un fanatismo inexplicable y, todas ellas, separadas de miembros vitales de su familia, lo que hace de su dolor sea algo muy difícil de imaginar. Las imágenes y las historias hablar por si solas, no es necesario ponerlas ningún aditamento dramático. Sinjar puede encontrarse en diversas plataformas como Filmin, Rakuten, Apple TV, Google Play...