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Crítica: "Infiesto", por Paco España

La acción comienza el 15 de mayo de 2020, el primer día de confinamiento del Estado de alarma. Una niña que lleva varios meses desaparecida aparece bajo la lluvia, en la localidad de Infiesto (Asturias), magullada pero viva. A partir de aquí comienza una investigación llevada a cabo por un inspector y una subinspectora de la Policía Nacional, interpretados por Isak Férriz (Las distancias) e Iria del Río (El increíble finde menguante). El director pamplonés Patxi Amezcua, que ya estuvo invitado en Cantabria a través de Sotocine con motivo de los premios obtenidos por su excelente cortometraje Mus, sabe rodar con eficacia y elegancia. Ya lo hizo en su anterior película, Séptimo, pero el guion, tanto de ésta como de Infiesto, no tienen la consistencia que sí tenía 25 kilates, la película que dirigió en 2009.


Da la impresión de que el guion de Infiesto está a medio hacer, sin pulir ni corregir los aspectos que a un espectador medianamente avispado le van a chocar de inmediato. La influencia visual de la película Seven, de David Fincher, es evidente y lo consigue, pero la solidez de la historia está a años luz de aquella. Al ver esta película he tenido una sensación similar a la que tuve con las películas adaptadas de la Trilogía del Baztán, de Dolores Redondo, 'mucho ruido y pocas nueces', un aspecto formal tan impecable como deficiente la plasmación de su historia. Para dar una explicación más clara de lo que escribo, tendría que desvelar ciertos aspectos importantes de la trama que no puedo hacer por respeto a los espectadores que no la hayan visto y quiero darles la oportunidad de disfrutar de la película, algo que yo no pude conseguir. En primer lugar, la influencia del confinamiento en la vida de los protagonistas mediante los personajes, que apenas aparecen, de su madre y su novio está introducida con calzador, con muy poca integración en la trama.


Durante el proceso de investigación de los dos inspectores nos encontramos momentos en los que el espectador se pregunta por qué no siguen esa pista, que es evidente que es importante, y, sin embargo, la abandonan para retomarla más adelante resultando muy importante para el desarrollo de los acontecimientos. Como espectador tengo la sensación de que la historia está haciendo de trilero con mi razonamiento, lo que inevitablemente me termina por distanciar de la película. Desconozco si estas deficiencias ya están en la novela o son responsabilidad del guion adaptado de la misma, en cualquier caso, esta propuesta de Netflix me resulta fallida y claramente prescindible. Las dos breves apariciones de Luis Zahera, Goya por As bestas, aportan a la historia un aire necesario aunque insuficiente.