Director, actor y escritor, Woody Allen, autor ya de varios libros de relatos con la ciudad de Nueva York como escenario, vuelve a la carga con Gravedad cero (Alianza), diecinueve narraciones inéditas escritas con sus características literarias habituales: una prosa desternillante, un humor a prueba de escépticos y una inimitable habilidad para mezclar la cultura popular con su habitual pedantería.
De hecho, en Gravedad cero, nuevo volumen de relatos al más puro estilo de la tradición humorística de Groucho Marx, no queda claro si Allen se burla de sí mismo o más bien de toda la humanidad. En este sentido, el breve prólogo que introduce el libro, firmado por la escritora y periodista Daphne Merkin, sirve para repasar su trayectoria narrativa y las claves de su efectivo sentido del humor.
Con Nueva York como escenario literario capital, ya escriba sobre caballos que pintan, autos que piensan, la vida sexual de las celebridades, los inconvenientes de asistir con tu pareja a una orgía o la injusticia de reencarnarse en langosta, el humor de Woody Allen siempre es original y transgresor, popular y sofisticado, políticamente incorrecto, agudamente observador e implacablemente divertido.
Los seleccionados relatos que completan las 256 páginas de Gravedad cero incluyen referencias varias tanto a la ciudad de Nueva York como al ámbito familiar y, por supuesto, a la escena social: de Park Avenue, piso alto, urge vender... o nos tiramos a El dinero puede comprar felicidad; ¡no me digas! pasando por títulos como No hay nada como un cerebro o Bueno, ¿dónde dejé el tanque de oxígeno?
Merkin nos invita a descubrir Gravedad cero, la nueva colección de Allen en estado puro de la que se puede leer AQUI un fragmento, con las siguientes palabras: 'En estos tiempos cada vez más oscuros, una de las pocas maneras para aliviarnos del pesimismo y la desesperanza es el humor. Si en algún momento fue importante recurrir a los payasos, ese momento es ahora. Woody Allen entra en escena'.