script

Crítica: "La piel en llamas", por Paco España

Después de una destacada trayectoria como cortometrajista de David Martín Porras, en la que brilla con luz propia el magnifico trabajo Inside the box (Dentro de la caja), y tras varios proyectos construidos entre España y Estados Unidos -país en el que viene trabajando desde hace más de una década-, nos llega esta curiosa película, La piel en llamas, una adaptación de la novela de 2005 Guillem Clua, que también participa en la escritura del guion junto al propio director. Se trata de una película de corte teatral, ya que se desarrolla, la mayor parte del tiempo, en la habitación de un hotel, pero su ritmo es trepidante debido a una brillante puesta en escena que constantemente nos está sugiriendo ideas a partir de la utilización del lenguaje cinematográfico, que utiliza en los reflejos de los personajes en diferentes superficies, la profundidad de campo, para mostrarnos mas de una acción en el mismo tiro de cámara y un sorprendente recurso que funciona de maravilla, meter a los cuatro personajes en el mismo espacio físico, mientras que, estando en la misma línea de tiempo, la acción de dos de ellos sucede antes, aproximadamente una hora antes, que la acción de los otros dos personajes.


No toda la acción transcurre en la habitación del hotel, la parte inicial y algunos flashbacks nos remiten a un hecho ocurrido 20 años atrás en el que un fotógrafo occidental capta la imagen de una niña que, producto de una explosión a sus espaldas, vuela por los aires, mirando hacia la cámara, produciendo para el creador de la fotografía multitud de premios y reconocimientos internacionales. El autor regresa al lugar en el que hizo la foto para recoger un nuevo reconocimiento gubernamental, de un gobierno inmerso en sospechas de corrupción, y, aunque se vende internacionalmente como un país democrático, encarcela y hace desaparecer a personas y opiniones disidentes.

La crítica que plantea y que probablemente ya se encuentre en la novela, que desconozco, es si todo lo que sucede en el mundo puede ser objeto de negocio o existen aspectos éticos que impiden que esto suceda. Las conclusiones deben ser tomadas por el espectador porque la cosa no pinta nada bien. La cinta tiene cuatro intérpretes principales: Óscar Jaenada (Cantinflas) y Fernando Tejero (El club del paro), con uno de los personajes mas siniestros que uno se pueda imaginar, y dos mujeres raciales de gran belleza y extraordinario talento -Ella Kweku, natural de Tenerife, de padre ghanés y madre inglesa, y Lidia Nené, gerundense de padres senegaleses-, dos actrices con muchas probabilidades de tener una carrera con muchos frutos. La piel en llamas es una propuesta diferente, filmada e interpretada con estilo y que invita a una reflexión, que no es poco. Puede verse en Filmin, dentro de la sección Premier, es decir, que es necesario pagar unos eurillos o usar un ticket al efecto para poder disfrutarla.