Bajo mi criterio, Fernando Franco es uno de los directores más interesantes que hacen cine hoy en España. Se caracteriza por la intensidad de sus historias y por la inmensa humanidad de sus personajes, eso sí, personajes que habitualmente sufren mucho. Es el responsable de películas como La herida, con una inmensa Marian Álvarez, película con la que cosechó en 2014 multitud de premios, el Goya, la Concha de Plata, el Feroz y el Platino... y porque no había mas. Cuatro años más tarde, Fernando Franco volvió a San Sebastián con Morir, con la misma actriz y su pareja en la vida real, el magnífico actor Andrés Gertrudix, tan intensa como esperanzadora.
Y cuatro años mas tarde, el director sevillano ha llevado a San Sebastián La consagración de la primavera, probablemente su título más redondo hasta el momento, en el que nos cuenta dos historias de parálisis, una de parálisis cerebral a cargo de un actor que tiene la virtud de traspasar la pantalla con una fuerza inmensa, de nombre Telmo Irureta, sobrino del la actriz con el mismo apellido y del que ya pudimos disfrutar sus trabajos en los cortometrajes Robarte una noche, de Fernando Vera, y El último beso, de Álex Tello, un sobrecogedor y excelente trabajo junto a su tía Elena Irureta. La otra historia que nos cuenta esta película es la de un personaje con parálisis emocional, interpretado por la desconocida Valeria Sorolla, una joven que acaba de entrar en la edad adulta y que alberga un montón de dudas existenciales sobre la familia, la religiosidad, las relaciones y el sexo, vamos dudas sobre casi todo, pero no se queda parada esperando los acontecimientos, toma partido, apeándose sin explicaciones cuando la situación entra en áreas que la producen desconcierto, dejando a los demás personajes con el mismo y mayor desconcierto que ella misma. El trabajo de esta joven actriz es excelente y lleva el mayor peso argumental con su aparición en todo el metraje.
Pero no acaba aquí la cosa, además de contar con los grandes intérpretes citados, Fernando Franco ha encomendado el tercer personaje en escena, la madre del chico con parálisis cerebral, a Emma Suárez, qué decir de esta actriz que lleva trabajando en esto desde 1980, ganadora de tres Goyas y nominada en otras cinco ocasiones, que sigue siendo un placer enorme disfrutar de sus trabajos, que afortunadamente nos llegar con mucha frecuencia, una de las últimas ocasiones en Josefina, de Javier Marco. La consagración de la primavera es una película que lleva a la reflexión sobre el comportamiento humano y que supone la inmersión en la psicología de los personajes que se encuentran frente a la cámara del director. Como espectador, no puedo esperar algo más interesante, pero hay que tener en cuenta que la mayor parte de la acción transcurre en la mente de los personajes y la acción externa puede ser muy limitada. Bienvenida sea esta nueva propuesta de Fernando Franco.