script

Crítica: "Hazlo por mí", por Paco España

El 23 de agosto de 2013, la agencia de noticias Europa Press publicaba la noticia siguiente: 'Cantabria Film Comission y Burbuja Film convocan un casting de actrices de entre 15 y 19 años para la nueva película de Álvaro de la Hoz, Hazlo por mí'. De esta noticia han pasado casi nueve años y un calvario de acontecimientos que han ido retrasando su estreno hasta límites en los que ya algunos dudábamos que se produciría algún día, incluido el fallecimiento del actor y protagonista principal, Luis Oyarbide Blanco, que nos dejó el 19 de febrero de 2016, persona a la que está dedicada la película y, por supuesto, esta reseña.


Dejé de preguntar sobre la película a Álvaro, con el que me cruzo frecuentemente por la ciudad, cuando me pareció que le molestaba. Quizás era impresión mía o quizás la extraordinaria demora para el estreno de la película incomodaba al director y, por lo tanto, le podría resultar molesto hablar de ello. Nueve años no es una cantidad de tiempo razonable desde que se empieza un rodaje hasta su estreno, entre otras cosas por la volatilidad de la propia vida y, como ha terminado sucediendo, el protagonista ha fallecido sin poder acudir a un momento tan especial como es un estreno. La joven actriz cántabra protagonista, Zoe Pérez, que rodara en una edad adolescente, ahora es una persona adulta, cuyos derroteros no parecen haber seguido por los caminos de la interpretación, cosa que, de haberse dado a conocer esta película con anterioridad, pudiera haber sido diferente, ya que su trabajo en la película es estupendo, a pesar de su juventud, dando adecuada réplica a la altura del excelente trabajo de Oyarbide, algo que ya puso de manifiesto alguien mucho más competente que yo mismo cuando la vio para los ensayos de la película, la formadora teatral Rosa Casuso.


Aunque los dos protagonistas lo son con un gran peso en la película, cabe destacar los trabajos de Cira Franco y Juan Fran Liébana, que representan la autenticidad de la personalidad pasiega entre la desconfianza y la lealtad. Dejando a un lado estos prolegómenos, Hazlo por mí es una película muy decorosa, capaz de representar dignamente a todos los que han participado en ella. Cuenta una historia de amistad entre una adolescente, apasionada del kárate, cuya familia pasa por una difícil situación económica, y un cincuentón, ex-empleado de banca, que se establece en la zona. Se va desarrollando con una factura técnica impecable, como es habitual en la trayectoria audiovisual de su director, en la que siempre destacan las creaciones visuales de sus propuestas, que van en AVE, frente al desarrollo dramático de las mismas, que suele ir en Intercity. La película también adolece de los problemas que han surgido en el largo proceso de post-producción, como es el caso del sonido y de la búsqueda, a veces complicada, de la mayor coherencia argumental posible.


Con todo, y a pesar de los pocos medios económicos con los que ha contado, en comparación con cualquier película comercial de su nivel, no carece de interés y obtendrá, a buen seguro, reconocimientos en la carrera de festivales que comienza. Dado el coste económico que supone, tiene muy difícil su distribución para su estreno comercial en salas comerciales, a no ser que en alguno de estos festivales un distribuidor se interese por hacerlo. El espacio natural de Hazlo por mí puede ser una plataforma como Filmin, en la que todos los espectadores que quieran podrán disfrutar con esta historia y de los magníficos paisajes de los valles pasiegos que jalonan toda la película.