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Crítica: "Benediction", por Javier Collantes

El cine se convierte, en ocasiones, en un relato del poderoso influjo de la palabra y de la imagen, una forma de narrar historias y una clase fílmica propia de otros tiempos, un modo de plasmar una escena casi pictórica, teatralidad sostenida en la literatura. En este caso, emana la esencia de un lenguaje que combina muchas artes. Benediction es una película dirigida por el prestigioso y particular Terence Davies, que, con un ejercicio de cámara, guion y estamentos fotográficos, consigue un fresco clásico, academicista e íntegro.


Dirigida con un pulso de cámara sosegado, Davies, conocido por películas difíciles pero muy interesantes como Voces distantes y El largo día acaba, nos entrega un film impecable para el espectador que disfrute con esa otra clase de cine, más intimista, sin prisas, calmada e intensa. Benediction es un drama biográfico sobre el escritor Siegfried Sassoon, un hombre que sobrevive a los terribles combates de la Primera Guerra Mundial y fue condecorado por su valentía por los tremendos combates vividos, pero que se convirtió en un opositor de la guerra por parte de su gobierno. Su poesía se inspiró en su experiencia de la guerra, convirtiéndose en uno de los grandes poetas de la época, afamado y admirado por la aristocracia y el mundo literario y escénico de Londres. Su lucha por aceptar su homosexualidad y encontrar su lugar en los tiempos de terror de la guerra, su búsqueda por hallar su salvación en una pertinaz batalla consigo mismo y las circunstancias de los tiempos quedan retratados de manera formidable en pantalla.


Fotografía, banda sonora y dirección artística memorables, las imágenes de archivo documental junto al relato narrativo nos ofrecen un film notable, y las importantes interpretaciones de su reparto (Jack Lowden, Simon Russell Beale...) suman también denotando su condición de puro cine británico en gestos y dicción si su visionado es en VOSE. Benediction es una película de instantes en la melancolía, brillante, lúcida, elegante, cine británico de escuela y emociones de ritmo suave, un título impecable para deleite poético fílmico.