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Crítica: "Esperando a Míster Bojangles", por Javier Collantes

Bajo el título e inspiración de una canción se esconden y salen a la luz ideas y conceptos en historias que se transforman en bandas sonoras para una película. A este caso corresponde el film que nos ocupa, Esperando a Míster Bojangles, canción escrita y grabada en 1968 por Jerry Jeff Walker que también interpretaron, entre otr@s, Nina Simone, Sammy Davis Jr y Neil Diamond. Basado en la novela homónima de Olivier Bourdeaut, el film combina las notas de una canción con el lenguaje escrito de los tramos para una adaptación al cine. Dirigida por Régis Roinsard, con un pulso de cuento y fábula, junto a una fotografía de Guillaume Schiffman de corte 'naif' tan preciosista como colorista, y la partitura musical de Clare y Olivier Manchon, se escenifica un tratado de amor loco, bien logrado, sin ser una obra maestra cinematográfica.


Esperando a Míster Bojangles nos relata la historia familiar de Camille y Georges, unos excéntricos padres, especiales, que, junto a su hijo Gary, viven en un apartamento de París con un exótico pájaro. Fiestas, bailes, una canción favorita... y un apartamento donde diversión y alegría, fantasía y amigos, se conjugan con un trato familiar de usted, casi una obra literaria en cada paso del día. En torno a la madre, enredada en los oscuros problemas mentales, y la ayuda de su pareja e hijo, la película da forma a un cuento urbano que se desarrolla entre los años 50 y 60, una gran historia de amor entre la comedia y la tragedia, tan agridulce como conmovedora, sin cargar las tintas del túnel de lágrima fácil, un film elegante que rezuma cine clásico, con los índices de Peter Pan en sus personajes y los problemas mentales y la esquizofrenia.


Con una velocidad enérgica en su ritmo narrativo, la película nos entrega un cuadro de la locura y el delirio, una historia construida con un vestuario y diseño de producción notables, y apartado muy reseñable para las interpretaciones, especialmente Virginie Efira, actriz capaz de dominar todos los registros en un papel magnífico, a la que acompaña el portentoso actor Romain Duris. Esperando a Míster Bojangles es un relato de sentimientos, una poética huida de las realidades, un camino a través de la locura y el sentir de la vida en forma de ensoñación de libro, una película de coreografía visual, fascinante pero equilibrada, sin empañar con lágrimas, de París a España, con danza y canción finales arrancadas de la escenografía de Carlos Saura y Pedro Almodóvar, un retrato de color crudo sobre el amor eterno.