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Crítica: "A 1000 kilómetros de la Navidad", por Paco España

Uno de los personajes relacionados con la Navidad, en la iconografía anglosajona, es el Grinch, ese bicho verde que odia esta época de año. No me cae especialmente bien, pero es posible que esto sea por la película de Ron Howard que protagonizó Jim Carrey en el año 2000, que me pareció espantosa y aburridísima. A 1000 kilómetros de la Navidad cuenta la historia de un 'grinch' hispano en el pirineo oscense y, afortunadamente, es mucho más entretenida y agradable que la norteamericana citada con anterioridad. El protagonista está interpretado por el actor gallego Tamar Novas (Fariña), irreconocible en este caso al estar desprovisto de su habitual pelo ensortijado.


Borda su papel de un hombre gris, auditor de empresas, que odia la Navidad porque los peores sucesos de su vida han ocurrido en esta época, por ejemplo su Tata se murió escuchando el discurso de Nochebuena del emérito, y tiene que acudir a un pequeño pueblo del Pirineo para auditar una empresa de fabricación de turrones de la que vive una gran parte de la población de la comarca. Esta película es familiar y navideña, da lo que ofrece y, en ningún momento, engaña, pone las dosis justas de sentimentalismo, romanticismo y coyunturas sociales para agradar a un amplio abanico de espectadores. Cuenta con un reparto competente, con personajes de breves apariciones pero con mucha gracia en cada una de ellas, como el actor vasco Santi Ugalde (Allí abajo) y, además, la última aparición cinematográfica de Verónica Forqué, a la que la película está dedicada 'in memorian'.


El director es Álvaro Fernández Armero, muy experimentado en el género de la comedia desde que entrara en el mundo de la realización con un cortometraje que ya se encuentra entre los clásicos de este género en España, El columpio, con Ariadna Gil y Coque Malla. Es el responsable de títulos como El arte de morir, El juego de la verdad, Las ovejas no pierden el tren o Si yo fuera rico, y últimamente de series de éxito como Allí abajo, Diarios de cuarentena, Vergüenza o HIT. He de reconocer que superó ampliamente mis expectativas sobre su calidad y me hizo pasar un rato agradable, pero me gustaría hacer una advertencia: en caso de que no guste Qué bello es vivir, el clásico de Frank Capra que podemos ver todas las navidades en diferentes canales, es mejor no acercarse a este título que se encuentra disponible en Netflix.