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Crítica: "Lucas", por Paco España

Lucas tiene su germen en un cortometraje del mismo título del año 2012, igualmente dirigido por Álex Montoya y que estuvo nominado al Goya al Mejor Cortometraje de Ficción, además de estar presente en la Noche del Cine Español en la Seminci de Valladolid. Tras nueve años, el cortometraje ha crecido, llegando a convertirse en este largometraje que acaba de estrenar FILMIN. En él nos encontramos a una serie de personajes, con el protagonista a la cabeza -un chico de quince años-, absolutamente perdidos en su trayectoria de vida, que luchan por conquistar el lugar perdido por los zarandeos y las pérdidas que propicia ésta, personajes que se mueven permanentemente en el filo de la navaja y que, de manera sorprendente, encuentran el compañero para el viaje vital en la persona, a priori, menos indicada, pero que guarda en su interior una enorme calidez, frente al gélido entorno social que les envuelve.


Para hacer verosímil este salto triple mortal con tirabuzón emocional está el magnifico trabajo del actor Jorge Cabrera, al que pudimos ver en un pequeño papel en Diecisiete, la última película de Daniel Sánchez-Arévalo. Junto a él nos encontramos al atribulado, por la situación de su personaje, al joven actor, aunque no tanto como Lucas -su papel en esta película-, Jorge Motos, y éstos acompañados por dos intérpretes curtidos en mil batallas y que demuestran la excelencia de su oficio: Irene Anula, más conocida por su papel en la serie Vis a vis, con una larga trayectoria en el área del cortometraje, habiendo trabajado en una gran cantidad de ellos, incluidos los del director de esta película Álex Montoya, dejando siempre su impronta de calidad; y Jordi Aguilar, al que pudimos ver en El Bar, de Álex de la Iglesia, y que cuenta aquí con otro personajes en el filo de la vida, pero especialista en coger la peor de las opciones posibles.


Álex Montoya se ha dado su tiempo para construir un thriller al borde del precipicio emocional, que logra llevar a buen puerto por la precisión de su guión y la calidad de sus intérpretes. Una película hecha para no dejar indiferente al espectador que, una vez que ha entrado en la vida de estos personajes, quiera seguir con ellos, porque importan y quiere saber cual es su puerto de destino o si, por el contrario, naufragan en el intento. Una apuesta completamente diferente a la anterior, también comentada AQUI, Asamblea, una interesante comedia sobre los mecanismos de la dinámica asamblearia y que comparte con ésta varios actores y actrices.