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Crítica: "Libertad", por Paco España

Libertad es la primera película para cine de su realizadora, que se une así a la pléyade de directoras catalanas -entre las que contamos Carla Simón, Roser Aguilar, Elena Martín, Mar Coll, Elena Trappé, Neus Ballús, Belén Funes, Lucía Alemany, Carol Rodríguez Colás... entre otras- que, además de numerosa, nos propone universos creativos muy diferenciados y personales. En el caso de Clara Roquet, tiene una trayectoria no muy extensa en el cortometraje pero sí muy reconocida. Comenzó en 2015 con El adiós, la historia de una asistenta sudamericana que supone la base de la película que aquí tratamos. Pero el mayor reconocimiento le llegó en 2016 con Les bones nenes. Después de haber intervenido en varios proyectos para televisión, nos llega su debut en el largometraje con Libertad, en la que pone en el mismo plano a Nora, una joven tímida de 14 años perteneciente a una familia catalana acomodada, y a Libertad, otra joven, de 15 años, mucho más echada para adelante que la anterior, de origen colombiano, hija de la sirvienta de la familia.


Clara Roquet pone la cámara delante de sus personajes y deja que las cosas ocurran con aparente naturalidad, escuchando conversaciones o notando que determinadas acciones suceden fuera de campo, al tiempo que la cámara sigue con fijación al personaje que la realizadora quiere. Este estilo produce un alejamiento del espectador que tiene que hacer el esfuerzo de seguir a estos personajes, porque el propio estilo de la película invita a alejarse de los personajes si no se les sigue con atención. La película se centra en el proceso de amistad de las dos jóvenes, que supone una apertura vital para Nora, pero también asistimos a los efectos del alzheimer en el personaje de la abuela, la dificultad de las relaciones de pareja y de la familia, y, sobre todo, en la relación entre los miembros de la familia acomodada y la familia colombiana que está a su servicio.


¿Es posible una relación de amistad auténtica entre personas pertenecientes a clases sociales tan diferentes? A esta pregunta tendrá que contestar el espectador interesado en profundizar en este tema cuando vea la película. No es una cuestión baladí, ya que nuestra sociedad se encuentra con más frecuencia este tipo de situaciones, como cuando Libertad le echa en cara a Nora que su madre es la única que limpia el culo de la abuela, cuando nadie más (de su propia familia) lo hace. Libertad reposa en las interpretaciones de las actrices jóvenes María Morera (La vida sin Sara Amat) y Nicolle García, pero tienen una gran importancia en la narración los trabajos de dos grandes actrices como son Nora Navas (La vampira de Barcelona) como madre y Vicky Peña (Piedras) como la abuela enferma. Una propuesta que muestra la visión de una directora joven con una manera diferente de concebir el lenguaje cinematográfico.