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Crítica: "Las leyes de la frontera", por Paco España

Este mes se cumplen 30 años del comienzo de la emisión en La 2, de TVE, del programa cinematográfico Días de cine. En aquellos comienzos, dos críticos de cine aportaban sus opiniones: uno de más edad, José Luis Guarner, que fallecería dos años después; y un jovencito de 23 años, de nombre Daniel Monzón. Poco después comenzó a escribir y dirigir películas, y ya van siete, entre ellas Celda 211, que ganó dos Goyas, al mejor director y mejor guion adaptado. Ahora nos llega Las leyes de la frontera, el regreso del cine quinqui, aunque realmente nunca se ha ido porque periódicamente nos llega un título que recrea las actividades, entre la épica y la delincuencia, de estos personajes.


Desde que en los años 70, los directores José Antonio de la Loma y Eloy de la Iglesia estrenaran sus películas Perros callejeros, El Vaquilla y El pico, en varias ocasiones el cine se ha acercado a estos personajes que tanto beben del género cinematográfico por excelencia, el western. Aquellas películas de los 70 se caracterizaban por su hiperrealismo, siendo interpretadas por delincuentes de verdad y muchos de ellos terminaron muy mal sus días, victimas de la violencia de sus actos. En el caso de la película de Monzón, el tono es absolutamente diferente ya que el realismo no es su característica, sino la tragedia épica, clásica y romántica. La película es la adaptación de la novela de Javier Cercas del mismo título, y tiene unos magníficos resultados componiendo una historia con pulso, trepidante y verosímil.


Es muy destacable la dirección artística encargada de la ambientación a la época, los mismos años 70, con una gran cantidad de localizaciones y ángulos abiertos. En sus planos no se distingue ningún elemento que no encaje en la época, y eso es algo muy difícil de conseguir. Carreteras, calles, modos de vestir, aquellos billares tan característicos con las máquinas de flipper y los futbolines, la irrupción de las primeras maquinas digitales de marcianitos de Arcade y los coches, muchos coches que aparecen en la película. La historia se desarrolla en Gerona, y todos los coches portan matrícula local que comienza por 'GE', aunque en el comienzo del Estado de las Autonomías se catalanizó y comenzaba por 'GI', de hecho varias agencias de Gijón matriculaban coches en Girona para no portar la letra 'O' que correspondía a Oviedo y debían llevar todos los coches matriculados en Asturias.


Los intérpretes de esta película son desconocidos para el gran público y demuestran su elevada competencia que, con toda probabilidad, les llevará a ser requeridos para otros trabajos: Marcos Ruiz, Begoña Vargas y Chechu Salgado, apareciendo en papeles menos relevantes Elizabeth Casanovas (Chavalas), Pep Tosar (Pa negre) y Estefanía de los Santos (Sevillanas de Brooklyn). Las leyes de la frontera es una estupenda película, que debería destacar entre las mejores de la temporada, y demuestra el vigor y la maestría en el oficio que ha alcanzado aquel joven que escribía sus críticas para el programa de cine más veterano de la televisión y que nos hizo trasnochar a muchos (aun no existía la plataforma RTVE play) para disfrutar de sus reportajes y de los impagables comentarios del mítico y recientemente desaparecido Antonio Gasset Dubois.