script

Crítica: "No respires 2", por Jesús Caro

Gracias al notable éxito cosechado en el año 2016 por No respires, los guionistas responsables de aquella, Fede Alvarez (quien también la dirigía) y Rodo Sayagues (realizador de esta secuela), tienen la oportunidad ahora de ampliar de modo más que coherente la historia del personaje encarnado por Stephen Lang, un hombre ciego solitario, extremadamente perturbado por la pérdida de su hija, inquietante, aterrador y letal.


Pese a tener muchos puntos en común con su antecesora, no pretende ser una reiteración de momentos ya vistos y tiene la valentía de adentrarse en terrenos más emocionales, expuestos por ejemplo en la relación padre-hija entre el protagonista Norman Nordstrom (el hombre ciego) y Phoenix, una niña a la que acoge durante ocho años después de haber sobrevivido a un incendio y a la que oculta secretos de su pasado. El planteamiento de esta historia es la amenaza a la que deben enfrentarse padre e hija: unos intrusos pretenden llevarse a la niña por un motivo que no desvelo en estas líneas, por lo cual Norman desata toda su furia mortífera. El film pierde quizás en momentos de terror y algunas secuencias sangrientas son algo gratuitas.


No respires 2, por otro lado, gana intensidad en suspense y la representación de personajes, especialmente los de Lang y la joven Madelyn Grace, con un trabajo muy solvente, es más rica y compleja. El debut en la dirección de Sayagues nos deja una película más que correcta en la que se dan la mano la necesidad de afecto, la redención, la venganza y se deduce cierta rotundidad en la interpretación de sus imágenes.