Estoy escribiendo estas líneas el 31 de agosto de 2021, y hoy hace 26 se produjo la catástrofe de la mina de San Nicolás (Nicolasa), en Ablaña (Mieres), en la que perdieron la vida 14 mineros. La mayor tragedia de HUNOSA, que achacó a la 'imprevisibilidad' del suceso todas las responsabilidades inherentes al mismo. La inhumana cifra de mas de 5000 mineros fallecidos documentados en la cuenca minera asturiana habla mas de una explotación despiadada y sin escrúpulos de las riquezas naturales a costa de lo que sea, y cuando lo que sea son vidas humanas por la falta de seguridad necesaria en este tipo de trabajos arrastra mucho sufrimiento tras de si. De los testimonios de sus familias, especialmente de sus esposas, es de lo que trata este documental, que te agarra las entrañas desde que empieza hasta que termina y que supone la segunda parte, 25 años después, de otro documental del mismo director titulado Solas en la tierra, con las mismas protagonistas intentando sobrevivir a una tragedia reciente.
Lámpara oscura, que se puede ver en FILMIN, nos muestra cual ha sido la lucha judicial y por la supervivencia que han tenido estas mujeres hasta el día de hoy, incluyendo cuatro mujeres checas de la zona de Ostrava, viudas de cuatro mineros de la zona que fallecieron en el mismo pozo, el mismo día. Testimonios como la explicación que le dieron a una viuda respecto al motivo por el cual le tenía que descontar parte de las vacaciones que su marido no había disfrutado o el enorme cariño con el que uno de los hijos de un minero conserva impoluto y en uso el Ford Fiesta de mas de 30 años de antigüedad, apodado familiarmente 'La bala blanca' porque su padre había viajado en el y había tocado el mismo volante que ahora toca él cuando conduce, permiten ver la profundidad del sufrimiento que supuso la pérdida y las enormes fuerzas que hay que sacar de, no se sabe donde, para continuar con la vida cuando, como bien dice una de las afectadas, 'la muerte de mi marido, para HUNOSA, no es una pena, es un problema'.
El documental, que arranca de manera autobiográfica el director, cuenta como su padre le hizo bajar a la mina con 15 años de edad, seguido de un interminable descenso en un montacargas, de casi un kilómetro, hasta las entrañas de la tierra, pone al espectador en un estado de ánimo muy concreto sobre lo que va a seguir viendo. Este género cinematográfico es habitual de su director, José Antonio Quirós, como el ya mencionado Solas en la tierra o Gran Casal, sobre el portentoso Tino Casal, pero la ficción no le está vedada, porque suyas son las películas Pídele cuentas al rey, con un gran trabajo de Antonio Resines, y Cenizas del cielo, con otro gran trabajo de Celso Bugallo. Como puede comprobarse, los géneros desde los que aborda los diferentes temas son variados, lo que es invariable es el absoluto sentido de compromiso social que asoma a todas sus propuestas, además de la eterna lucha de David contra Goliat, algo muy necesario en cualquier época, pero mas en los tiempos en los que vivimos.