Nueva incursión en el género de aventuras con dosis de acción del señor Liam Neeson... quien en los últimos años está creándose una filmografía muy característica que suele variar ligeramente sus tramas pero con puntos comunes: protagonista duro y decidido con algún tipo de drama personal, al que la vida lo ha tratado mal, debe hacer frente a una situación excepcional. Jonathan Hensleigh se encarga de la dirección y el guion de esta propuesta, bastante simple a nivel argumental, que cae en un sinfín de tópicos y carece de ningún tipo de sorpresa para el espectador.
Se afana en ser un mero entretenimiento, cine de evasión, usando todos los recursos posibles, incluso los más inverosímiles, para resultar amena durante sus más de 100 minutos de duración. El derrumbe en una mina de diamantes tiene como consecuencia que el grupo de mineros que allí se encontraban queden atrapados. Un grupo de camioneros son contratados para transportar una pieza de gran tonelaje.
Concretamente tres para tener una 'redundancia táctica', necesaria para el rescate. Pese a resultar previsible, esta misión contrarreloj es un placer culpable del que disfrutar, en el que destacan el buen hacer de actores como Holt McCallany, Laurence Fishburne, Liam Neeson (por supuesto) y de toda una sorpresa, Marcus Thomas, como el hermano del protagonista, veterano herido en la guerra de Irak que padece afasia y cuya importancia en la película es bastante relevante. Cinta para fans del género, divertimento honesto y entretenido sin muchas complicaciones.