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Crítica: "Gunpowder Milkshake/Cóctel Explosivo", por Javier Collantes

Las películas de acción y corte comercial contienen, por momentos y en algunas secuencias, instantes que denotan ciertos valores fílmicos (dentro de sus propios valores), una clase de cine denostada, por lo general, en sus valoraciones, pero, al generalizar, se comenten fallos en su juicio de calidad y, algunas veces, éstos, por lo tanto, no se ajustan a la realidad. Gunpowder Milkshake es un relato superentretenido, salvaje y lleno de acción, que bebe las fuentes del cine de Jean Luc Besson, recordando, entre otras películas, a Nikita y Atómica, conjugadas con ciertos aspectos del cine asiático. Su relato nos conduce a una mujer contratada para eliminar a los enemigos de una 'agencia', La firma, un perturbador sentido de la vida.


Convertida en asesina, un fracaso en una misión y, al cuidado de una niña, se iniciará una batalla que, junto a sus antiguas compañeras y madre, iniciarán una nueva batalla sangrienta por conservar su vida y la de la niña. Filmada a golpe de luces de colorido años ochenta, colorido naif y luces de neón, con una dirección ajustada al frenesí de su desarrollo secuencial, este pulp-pop, con el neo-noir pop, peculiares gadgets y cómic feminista, Gunpowder Milshake se convierte en una historia potente de tonos cartoon. Carla Gugino, Angela Bassett, Michelle Yeoh, Karen Gillan... convierten esta pólvora en una excelente traca total de cine de acción muy bien realizada.


La excelente banda sonora -canción de Janis Joplin incluida-, la resolución de un travelling final a cámara lenta magistral... este cóctel explosivo entretiene y entusiasma a golpe de persecuciones, violencia y sangre con cierto tono gore, sin descanso en ninguno de sus tramos, cine de acción en su manera de narrar viñetas cuya narración se construye en base a luchas varias y una biblioteca de armas, un bar refugio de 'batidos varios'. Este espectáculo con el sentido del sonido afinado e inmensidad magistral para sacudir los colores de la venganza titulado Gunpowder Milkshake es, con un final de apoteosis, un disparo de calibre sin pólvora mojada, impactante, digno y asombroso, Ángeles de Charlie con más propósitos de enmienda.