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Doce títulos entre dunas

Seleccionados entre los trabajos de ficción recibidos, de un máximo de 25 minutos con fecha posterior al 1 de enero de 2019, un total de 12 trabajos competirán por el Premio Dunas de Liencres al Mejor Cortometraje Nacional en el XI Festival Internacional de Cine de Piélagos, edición que se celebrará, tras el parón de 2020, del 27 de septiembre al 2 de octubre, día en el que se conocerá el ganador en la gala de clausura en el Teatro Vimenor de Vioño.


Se trata de Amianto, de Javier Marco; Antes de la erupción, de Roberto Pérez Toledo; Distancias, de Susan Béjar; Lo efímero, de Jorge Muriel; A ninguna parte, de Manu Manrique; El chico del tren, de Diego Sabanés; Como cualquier otro, de Sergi González Fernández; Cómplices, de Rubén Guindo; Ogro, de Herminio Cardiel; Por donde pasa el silencio, de Sandra Romero; Solsticio, de Gala Díaz; y Xoves de comadres, de Noemi Chantada Puime.

Jorge Muriel cuenta en Lo efímero la historia de dos desconocidos que se encuentran en un vagón de metro. Ambos traen su pasado consigo, se miran desde su presente y determinarán su futuro en ese fugaz y efímero trayecto vital. También en el metro transcurre Distancias, de Susana Béjar. A veces en el vagón entra alguien con pinta de loco y a su alrededor se crea un vacío, pero ¿qué pasaría si al menos tú eligieras tratarlo con amor?

El transporte es el hilo argumental de El chico del tren, de Diego Sabanés, un trabajo que habla de una joven que una mañana acepta la invitación a desayunar del hombre con el que se cruza cada día en su trayecto al trabajo, sin prever que cambiará su modo de relacionarse con los demás. Sandra Romero dirige Por donde pasa el silencio, un corto que nos traslada a la procesión de El Silencio de Écija y reencuentros en lugares frecuentados.

Noemi Chantada Puime es la autora de Xoves de comadres, que presenta al espectador un mundo que era ya como un hormiguero vacío, una colmena casi seca a la que llega un grillo bullicioso. De la relación entre un adulto y el mundo adolescente habla Ogro, de Herminio Cardiel, el apodo que usan los chavales para insultar al bedel del instituto, un hombre que sólo quiere pasar lo más desapercibido posible, pero, a veces, hay chicos que le tensan demasiado.

Javier Marco recrea en Amianto la vida de una pareja que subsiste vendiendo chatarra, cuya verdad se revela cuando, en uno de sus viajes al vertedero, encuentran un viejo disfraz de erizo cubierto de amianto. De otra vida, la de Miguel, un joven que está aprendiendo a conducir con su padre nos habla A ninguna parte. Manu Manrique dirige este corto que ilustra ese ritual de paso al hombre en el que los dos protagonistas hablan de tías y comparten pitis.

Roberto Pérez Toledo también optará al Dunas de Liencres con Antes de la erupción, que recuerda al espectador que, aunque una erupción volcánica puede ocurrir sin ninguna señal previa, lo más probable es que los volcanes emitan diferentes tipos de advertencias antes de que comience la erupción. En la misma situación está Como cualquier otro, de Sergi González Fernández, la historia de un hombre que ha perdido a su mujer y está a punto de perder además a su hija.

Cómplices, de Rubén Guindo, presenta la historia de una adolescente de quince años que asiste a sus clases todos los días en la escuela. Aunque parece tener una vida bastante normal, hay una dura realidad oculta. De hecho, su vida diaria es una tortura insoportable. El último corto que compite por este premio es Solsticio, de Gala Díaz. Una niña introvertida de padres separados descubre, en la Noche de San Juan, que su madre tiene una relación sentimental con una mujer.