En FILMIN se puede ver esta película que desarrolla el cortometraje del mismo título que dos años antes rodó el mismo equipo técnico y artístico. La película se divide en seis partes, cada una de ellas mostrando la acción desde el punto de vista del personaje en el que se centra el capitulo, el resto de los personajes y de la acción aparecen, pero la mayor parte del tiempo en fuera de campo. De esta manera vemos los mismos hechos, pero desde seis puntos de vista diferentes, dependiendo de la visión subjetiva de cada personaje. La película está rodada en un formato 1:1, lo que hace que en una pantalla panorámica la sensación es similar a la imagen que toma un smartphone en posición vertical y el plano se estrecha de tal manera que es difícil que veamos mas allá del personaje que está ocupando el plano y su acción directa.
Cuenta la historia de un grupo de jóvenes que están en un concierto en un edificio ocupado. La llegada de la policía genera una trifulca, con persecuciones y agresiones, incluido el lanzamiento de piedras, por parte de los jóvenes, de un contenedor de obra a la propia policía, lo que trae unas consecuencias trágicas y como cada uno de los seis jóvenes intentan procesar esa tragedia, al mismo tiempo que cada uno de ellos, dentro del grupo de señalados, intenta no ser el responsable del lanzamiento fatal. Se trata de una ficción, pero guarda un estrecho lazo con el documental Ciudad muerta y con los hechos que se produjeron en Barcelona el 4 de febrero de 2006, día en el que una carga policial contra una casa okupa acabó con un impacto en la cabeza del agente de la guardia urbana Juan José Salas que le dejó en coma, que terminó desembocando en una tetraplejia, a lo que siguieron detenciones indiscriminadas, presuntas torturas policiales, detenciones de personas que no estaban en el lugar de los hechos, destitución de policías y procesos judiciales que acabaron con varios jóvenes en cárcel, entre las cuales estaba Patricia Heras, que se suicidó en la salida de uno de sus permisos penitenciarios, fruto de la angustia y la ruina a la que la había llevado el proceso judicial. Estos hechos son unos de los mas oscuros de la historia reciente de la ciudad condal y que, pasados los años, sigue sin esclarecerse.
La película de Guillermo Benet puede verse sin contextualizar, solamente observando las reacciones de los jóvenes frete a un hecho trágico y sus previsibles consecuencias, pero si se ve en el contexto de los hechos reales, la película puede ser más interesante, y una visión conjunta de esta ficción y el documental mencionado hace tener una visión de conjunto mas exhaustiva y completa de aquellos hechos. Entre los seis jóvenes protagonistas de Los inocentes destacan dos de las actrices con mas proyección de la cinematografía española en los últimos tiempos, como son Susana Abaitua, protagonista de Loco por ella y la serie Patria, y Olivia Delcán, protagonista de Isla Bonita, de Fernando Colomo. Además nos encontramos a Pilar Bergés, Violeta Orgaz, habituales en cortometrajes, Raúl de la Torre y Pablo Gómez Pando completando el reparto.