Con un retraso más que considerable con respecto a su fecha de estreno inicial (que data del año 2018) debido a diversas polémicas que no voy a mencionar, se estrena en España, y disponible en Movistar, este largometraje basado en el libro Labyrinth, de Randall Sullivan, que narra la investigación policial de los asesinatos de dos famosas y legendarias figuras del hip hop.
El film, dirigido de manera bastante correcta por Brad Furman, es un thriller policíaco, con cierta sobriedad en su puesta en escena pues en ciertos momentos parece que estamos viendo un capítulo de una serie procedimental, y cuenta con un guión de Christian Contreras bien armado en el que tienen cabida la corrupción policial, el drama y una teoría de conspiración criminal en torno al asesinato de los raperos Notorious BIG y Tupac Shakur.
Con buen ritmo narrativo que consigue en todo momento que no se pierda atención en la trama mientras ésta se desarrolla progresivamente ante los diferentes entuertos a los que deben de hacer frente sus protagonistas para llevar a buen puerto sus indagaciones, lo más destacable, sin lugar a dudas, son sus dos protagonistas principales y la química existente entre ellos.
Forest Whitaker como el periodista Jack Jackson y, sobre todo, Johnny Depp en el papel del detective de Los Ángeles Russell Poole, que llevó durante décadas el caso. La encarnación de Depp en dos arcos temporales bien distintos es sumamente interesante, un trabajo actoral más que notable. La cinta cumple como drama humano y como intriga en la que los protagonistas buscan resolver el caso en cuestión, motivados por la búsqueda de la verdad y la justicia.