Solo una vez es una escueta película (80 minutos) que habla de las agresiones machistas, esas que algunos hombres infringen a las mujeres por el hecho de serlo y que alguna formación política se empeña en negar, englobándolas en otro grupo de agresiones que nada tiene que ver con su verdadera sustancia machista. Su director, el canario Guillermo Ríos Bordón, ha dirigido varios documentales, además de realizar diversas funciones dentro de los productos audiovisuales, como la escritura, producción y edición, incluidos varios cortometrajes ente los que destaca Nasija, un sobrecogedor y sintético trabajo sobre los pensamientos de una joven mujer negra que es dirigida al agujero en el será enterrada hasta los hombros para ser dilapidada, tras una vida en la que es sometida a la ablación de clítoris, a los trabajos mas duros, a ser vendida a un hombre rico, a ser golpeada y repudiada por no poder darle hijos y a ser violada por otros hombres (como consecuencia nace una niña, que su sociedad utiliza para condenarla a la lapidación por ser madre soltera). Una historia que parece surrealista, pero es muy real en muchos lugares del mundo.
Volviendo a Solo una vez, cuenta el trabajo de una psicóloga que trata a una joven pareja que ha tenido un episodio de violencia y como consecuencia él ha sido denunciado por el padre de ella. Prácticamente toda la acción de la película transcurre en el interior del centro donde la protagonista lleva a cabo su trabajo, al mismo tiempo que sufre el acoso y las amenazas de otro hombre maltratador de un caso que trató en su trabajo en el pasado. Lo mas interesante de la película es como la terapeuta va destejiendo la aparente normalidad en la relación de la pareja y la sutilidad con la que va erosionando esa presunta seguridad hasta llegar a la verdad del asunto, todo mientras sufre la presión por su trabajo pasado, trama esta última, que no aporta demasiado temáticamente, pero si le imprime un ritmo y una tensión que la película no tendría, al desarrollarse la mayor parte de las secuencias en el interior de su despacho.
Los principales personajes están interpretado por Ariadna Gil -galardonada con el Goya por Belle Époque y desde que la vi por primera vez en Amo tu cama rica me parece extraordinaria actriz-, poseedora de un fuerte magnetismo personal. También aparecen Alex García, protagonista de mediocridades recientes como Hasta que la boda nos separe o Si yo fuera rico, pero al que, por contra, se le pudo ver interpretando, con enorme solvencia, a uno de los personajes de la serie Antidisturbios; y Silvia Alonso, a la que pudimos ver en títulos tan poco atractivos como Hasta que la boda nos separe, La lista de los deseos y Perdiendo el este, aunque en Solo una vez tiene tiene la oportunidad de construir un personaje complejo y darle credibilidad, gracias a una propuesta modesta y a la vez necesaria, capaz de mostrar una realidad muy dura en su primeros momentos, cuando todo parece normal, pero está muy lejos de serlo.