script

Crítica: "Chaos Walking", por Jesús Caro

Nuevamente, el séptimo arte toma como 'referencia' material literario, en este caso la trilogía de novelas Chaos Walking (El cuchillo en la mano, La pregunta y la respuesta, y De hombres a monstruos), escritas por Patrick Ness, cuya adaptación cinematográfica destaca, a simple vista, por algunos nombres dentro de su elenco actoral y por la solvencia, demostrada en el pasado, del director responsable de la misma, Doug Liman (El caso Bourne, Sr. Y Sra. Smith, Al filo del mañana, Barry Seal. El traficante). El problema radica cuando casi ninguno de los elementos citados del film y su guión cumple con su cometido. Pongámonos en situación. Año 2257, nos encontramos en un planeta llamado Nuevo Mundo poblado sólo por hombres, los cuales se ven afectados por algo que llaman el Ruido. ¿Y eso qué es? Que sus pensamientos se pueden ver y escuchar por los demás.


Mientras, una nave espacial exploradora se estrella en Nuevo Mundo y hace acto de presencia la protagonista, Viola, interpretada por Daisy Ridley. Gracias a esta recién llegada, tanto ella como el espectador va recabando información necesaria para ponernos en contexto. Cuando Viola es capturada y llevada a casa del alcalde, el villano de la función, nuestro protagonista la ayuda a escapar y es en esta huida donde se irán revelando varios secretos descubriendo que no era todo como pensábamos en un principio. Pese a contar con una premisa interesante, la apuesta del film es muy típica, una huida prolongada hasta el tedio y todo en su conjunto resulta de lo más previsible. Pese a tener un realizador que conoce bien su oficio y disponer de un importante presupuesto (al parecer un total de 100 millones de dólares), visualmente no luce, pese a momentos muy contados. El dúo protagonista cumple de manera desigual.


Mientras que Daisy Ridley parece transmitir una desgana absoluta, Tom Holland defiende un personaje al que no le acompañan unos diálogos precisamente brillantes y que, en algunos compases, resulta bastante cargante debido, en especial, al uso excesivo de 'el ruido' en la película. Además, si bien hay tramos del film en los que tiene demasiada presencia, en otros ni siquiera aparece. Para completar el pequeño despropósito, Mads Mikkelsen, como villano de la función, hace lo que puede con su personaje, pobre y falto de profundidad, con el que no brilla a pesar de su gran talento actoral. Como película, Chaos Walking es una oportunidad desaprovechada, la poca acción con la que cuenta hace de esta aventura algo mínimamente trepidante, sus diálogos son muy mejorables y se queda en la superficie a la hora de tratar aspectos más serios que podrían valer para una reflexión más interesante.