Los centros comerciales de Cantabria, con las limitaciones de apertura los fines de semana y festivos, son protagonistas de la lucha anticoronavirus. El cine, a través de películas y secuencias, continúa siendo testigo de la vida cotidiana, y los centros comerciales, las tiendas de barrio y los comercios en general son escenarios protagónicos del día a día, tomas de contacto para historias de todo tipo.
El séptimo arte dilucida realidades y fantasías, ilusiones y regalos... una puesta en escena de la normalidad diaria en su modo de comprar, desear... el escaparate de la vida en modo secuencial. Recuerdo Enamorarse, película de 1984, cuyo reparto ya vale por si solo -Robert De Niro, Meryl Streep, Harvey Keitel...-, una historia de amor entre una diseñadora y un arquitecto, ambos casados, que se conocen en una librería de un centro comercial durante la compra de regalos para Navidad, el intercambio equivocado de las bolsas y un comienzo...
Con Jennifer Connelly, Destinos opuestos (1991), argumento interesante, un joven limpiador nocturno se queda atrapado en una tienda con una chica, cuyo desarrollo resulta penoso. Lo mejor, la actriz, la escena en un caballo tipo tiovivo y la banda sonora. Existen tantas películas de tiendas y centros comerciales, lugares y puntos de encuentro, que el cine siempre presenta la nueva visión de las cosas...