En un año extraño, el cine es testigo de los acontecimientos de una época fuera de lo normal, cuando una palabra como
'normal', de momento, ha desaparecido. El séptimo arte, con la pandemia del Covid-19 y el retraso de estrenos potentes, el cierre y reapertura de salas por temporada... nos ofrece, en estos tiempos y a pesar de dichas circunstancias, excelentes muestras de películas que, por lo general, no proceden de Estados Unidos, la mayoría cine europeo. En mi opinión, continúan estrenándose películas de grandes valores cinematográficos. Dicho esto, bajo mi criterio subjetivo, algunos films destacados del año, reduciendo el número por imperativos obvios y realizando una pequeña selección de todo tipo.
En un primer apartado, películas de otro nivel, magníficas. Lo mejor del año. Corpus Christi, un film polaco de extraordinaria belleza donde la transformación de un muchacho de 20 años combina la espiritualidad y el deseo de ser sacerdote con un centro juvenil y el pasado, la suplantación y el fingir, el buscar una salida a través de quien él es realmente. Desde una dirección impecable, con interpretaciones magistrales y un final digno de enmarcar en la memoria fílmica, una sobresaliente película, cine de primera categoría.
Película italiana impresionante en todos los sentidos, Sole nos presenta la vida de un joven que busca su sustento por medio de las máquinas tragaperras, pequeños hurtos... Pero todo cambia cuando tiene que encargarse de cuidar y vigilar a una chica polaca durante su estancia en Italia, para entregar su bebé a cambio de dinero. El film es demoledor, y las interpretaciones a base de miradas son de las grandes esencias del cine. Película de alto nivel.
¿Qué más se puede pedir de un gran actor como es Viggo Mortensen? Pues sí, el dirigir una película, Falling, y salir airoso mostrando las excelencias de un drama sobre el pasado y la familia. Un hombre, su pareja, su hija adoptiva y un padre conservador de 80 años conforman una historia brutal, llena de rencores y confrontaciones personales, una carga de profundidad para una película de cámara maestra, una ópera prima para un actor ahora también director casi sublime, sensacional, sin palabras.
La nueva apuesta del extraordinario cineasta Christopher Nolan, Tenet, resulta una sensacional película de acción, profunda e incesante, un ejercicio cinematográfico a lo grande, espectacular, cuyas secuencias son un viaje en el tiempo en pantalla grande. Ciencia ficción, espionaje, supervivencia, espacios temporales... Una dirección de envergadura y una banda sonora portentosa redondean, junto a alguna sobresaliente interpretación, secuencias que dejan sin aliento. Un film de otro calibre, no hace falta entender, simplemente ver y sentir. Una gran obra fílmica que va más allá de su destino.
Beginning, una película de Georgia, sin palabras, es una de las esencias del cine. Un relato demoledor, junto a un empaque maestro, para una historia de búsqueda, rompedora, cuyos diálogos y miradas, así como un final atronador e impresionante, entregan un ejercicio de alta escuela fílmica, cuyos merecidos premios recibidos hacen justicia a una obra cinematográfica de encuadres clásicos, conservando en cada instante, un cuadro de cine en su partitura final. Extraordinaria.
En otro orden de cine, si este año me ha sorprendido una película, de la que no esperaba casi nada, es Under the skin, un film de 2013 cuya combinación de terreno hipnótico, en base a sus imágenes y música, dirección artística, y la sensacional interpretación de Scarlett Johansson, hace de este film un relato de sensaciones, combinado con un retablo de ciencia ficción, arte en todas sus formas, un concepto de cine sustentado en una compleja profundidad, una aventura que no te deja y no te suelta nunca.
Si existe una película de la que por lo menos esperaba entretenimiento y, finalmente, no pasó de ser una decepción sin palabras, esa fue Ni de coña, un film, por decir algo, que me dejó patidifuso. En tono de comedia nos cuenta como cuatro parejas, a punto de separarse, deciden asistir, en un viaje a un lugar paradisíaco, a la terapia de un gurú para salvar su relación. Su resultado es penoso, mediocre, un esbozo de comedia burda, soez, sin gracia, ridícula y de vergüenza ajena, un autentica bodrio cuyo humor de alcantarilla nos deja una sensación nefasta, una de las películas más horribles de los últimos años. Ni de coña, no es una coña.
Un año interrumpido por momentos, pero el cine está aquí, allí, siempre... Por eso, una película optimista, llena de ilusión luminosa, fantástica, es La familia que tú eliges, la historia de un joven con síndrome de Down que se escapa de la residencia en la que vive para convertirse en un luchador profesional. El encuentro con un delincuente y una enfermera que le busca le llevará a un viaje realmente emocionante. Con tonos de comedia, esta road movie es maravillosa, llena de sensibilidad, con estilo, una película sorpresa que entretiene y te deja llevar por la superación y la ilusión.