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Crítica: "Beginning", por Javier Collantes

Existen películas que pasan a una cierta época del arte fílmico por momentos, instantes que se marcan en la memoria-retina del espectador que solicita, inconscientemente, una historia que le atrape desde el principio, un film que te deje sorprendido. Otras muchas películas se olvidan al abandonar la sala de cine. Cuestión de gustos o sensibilidades cinematográficas, todo es subjetivo, pero, como en la vida real, los parámetros de las opiniones son puntos de vista y esto es... Beginning, una película de Georgia dirigida por la cineasta Dea Kulumbegashvili.


Esta realizadora debuta esculpiendo, en cada imagen, una obra artística de primer nivel. Con un argumento que nos traslada a una localidad de Georgia, un pueblo de provincias, donde habitan una comunidad de Testigos de Jehová, dicha comunidad, es objeto de un ataque por un grupo extremista en el local donde imparten sus oficios religiosos. Desde este incidente, Yana, la esposa del líder de la comunidad, su vida se destruye lentamente. El desplome personal de Yana se verá atacado en diversos incidentes de toda índole.


Premiada en San Sebastián con la Concha de Oro a la Mejor Película, Concha de Plata a la Mejor Dirección y Mejor Actriz, y Premio del Jurado al Mejor Guión, al margen de ciertas polémicas sobre los galardones otorgados, Beginning resulta, bajo mi criterio, un film extraordinario, desde su disposición en la dirección, magnífica, como la composición de una banda sonora portentosa, una fotografía simplemente sublime y una de las interpretaciones más grandiosas que se pueden ver en una película en estos últimos años por parte de la actriz Ia Sukhistashvil.


Con una puesta en escena minuciosa, modesta, con planos fijos generales de alta escuela fílmica junto a un plano secuencia de 10 minutos, Beginning resulta, desde el ángulo técnico, un obra de arte que parece una obra pictórica de cine en torno a la violencia y el infierno, la paz interior, silencios magníficos que te dejan casi sin respiración. Beginning es cine que traspasa la epidermis del cine clásico, una obra del perdón y la justicia, con la forma de anular también a la figura de la mujer, un film que roza la maestría en todos sus órdenes, una película sublime.