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Crítica: "Unbelievable (Creedme)", por Paco España

Unbelievable (Creedme) es una miniserie producida por Netflix que se puede ver en esta plataforma. Consta de ocho capítulos de 45 minutos de duración cada uno. Se trata de un trepidante thriller en el que dos detectives de policía persiguen a un violador en serie, solamente que los dos detectives son mujeres, esposas y madres, y el violador actúa de una manera muy sistemática en todos los casos, manteniendo a la víctima que elige de cualquier edad, raza o estatus social, bajo su poder absoluto durante horas, tras lo cual intenta destruir escrupulosamente cualquier tipo de muestra de ADN que le pudiera inculpar. Durante estas horas la mujer se ve ultrajada, no solo física y sexualmente, también moral y sentimentalmente, ya que el hecho actúa como un huracán en su vida.


Cada una de ellas reacciona de manera diferente en un proceso inconsciente de protección mental ante el horror que han padecido durante el periodo que estuvieron sometidas, contando que el agresor portaba armas con las que podía, en cualquier momento, acabar con sus vidas. La serie tiene un ritmo absorbente, dejando al espectador con la necesidad de continuar sabiendo de estos personajes y que afortunadamente, en estos tiempos, se puede solucionar pulsado al botón de 'siguiente capítulo', no como pasaba hace años cuando había que esperar una semana para seguir viendo la historia.


Pero la serie no solamente habla de las violaciones y los procesos de investigación, también habla de la manera en la que su profesión se cuela en la vida privada de las dos detectives que encabezan la investigación y también habla de la repercusión que tiene un trabajo mal hecho, en este caso el trabajo de investigación policial de la primera violación, en la que se determina que la víctima se ha inventado lo sucedido y termina en una demanda de la administración hacia ella por una denuncia falsa y por haber utilizado recursos públicos inapropiadamente, cuando en realidad el nivel de confusión y de autoprotección psicológica de la víctima no le permite distinguir con claridad lo que realmente sucedió.


Este mal trabajo policial no solamente ocasiona que la mujer sea violada dos veces, una por el agresor y otra por la administración al demandarla, sino que, al determinar que ha sido una denuncia falsa, no se investiga apropiadamente el hecho lo que deriva en la violación posterior de otras víctimas, ya que el agresor ha ganado en confianza y pericia. No es fácil encontrar un producto audiovisual en el que esté tan bien contado el procedo de devastación que ocasiona una violación, siendo cada caso totalmente individual y diferenciado, teniéndose que ser interpretado por separado, eliminando los prejuicios que pueden llevar a priorizar una posible mentira de la víctima sobre el objetivo principal, que debe ser en todo caso, la protección de la misma.


El reparto de la serie es eminentemente femenino, está encabezado por la actriz australiana Toni Colette, una auténtica estrella en la industria con títulos como Hereditary, Pequeña Miss Sunshine o El sexto sentido, secundada por otros brillantes trabajos como el de la joven Kaitlyn Denver -protagonista de una muy estimable película que conocemos en España por el absurdo título de Super empollonas-, que interpreta a la primera víctima; y Merrit Weber, que cuenta en su haber con pequeñas intervenciones en Michael Clayton o Birdman, pero que ha encontrado en Unbelievable el trampolín idóneo a su calidad, protagonizando una de las secuencias mas gráficas del poder femenino, cuando en un bar se siente acosada por la insistente mirada de un cliente, se pone en pie para echar mano a su cartera al tiempo que deja ver intencionadamente su placa policial y su arma reglamentaria, lo que fulmina la mirada acosadora.


Unbelievable (Creedme) es una serie de gran calidad, al tiempo que dinámica y muy entretenida con momentos realmente emocionantes y empáticos tanto de las actrices que interpretan a las víctimas como a las detectives, que hacen que la persona espectadora fije la atención en sus palabras olvidándose de parpadear.