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Crítica: "La hija de un ladrón", por Paco España

La directora de esta película es la responsable del cortometraje La inútil, que, aunque no gusta a todo el mundo, sí es ganador de un importante número de premios, incluidos los de la protagonista, Nausicaa Bonin. Su directora, Belén Funes, hace su debut en el largometraje con este título, aunque, al ver la película, da la impresión de que al frente hay alguien mucho más experimentada. En la rueda de prensa que dio en Zinemaldia dejó evidente que tiene muy claro, a pesar de su juventud, lo que quiere contar y cómo quiere hacerlo en esta profesión.


La hija de un ladrón es una película que podría firmar Ken Loach o, mejor aún, los hermanos Dardenne, y que cuenta las vicisitudes de una joven mujer con un bebé que intenta adoptar legalmente a su hermano pequeño, para que este no caiga en los tentáculos de su padre, que acaba de salir de cárcel por robo y que amenaza su estabilidad y los planes que tiene para salir adelante. Se trata del primer papel de absoluto protagonismo de Greta Fernández tras Elisa y Marcela, de Isabel Coixet, y que puede sorprender a quien no conozca su trayectoria anterior, donde toda secuencia en la que aparece gana enteros en el terreno dramático e interpretativo, tal es el caso de su personaje de Laia en la serie Cuéntame.


A pesar de su juventud, actualmente cuenta con 24 años, ya fue ganadora del premio a la mejor interpretación en el Festival REC de Colombres por el cortometraje Alex, cuando contaba con 18. Fue idea de Greta, cuando leyó el guión y vio el papel de padre que allí aparecía, proponer al suyo, que evidentemente es Eduard Fernández, para el mismo y tanto él como la directora accedieron de inmediato. Esto supone una ventaja añadida para la actriz, ya que tener enfrente a un actor de la calidad de su padre hace que la secuencias que comparten, además de ser poseedoras de una gran intensidad, proyectan una luz más intensa si cabe sobre la actriz. Además de ser una gran actor, Eduard Fernández es 'perro viejo' en la profesión y se las sabe todas.


Este papel le ha servido para ser testigo de primera mano del importante premio que ganó Greta en San Sebastián, la Concha de Plata a la Mejor Actriz por su interpretación y así babear de orgullo por todas las esquinas del Kursaal. En una entrevista confesaban el temor de que la mala relación de los personajes influyera en su buena relación personal, pero han sabido mantener el mal rollo a raya. A lo que no deben tener ningún miedo es a reconocer que han participado en una de las películas más interesante, intensa y humana de la temporada, que nos presenta a una realizadora, de la cuantiosa cantera catalana, que será conveniente seguir.