Coincidiendo con la conmemoración del 25N (Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género) y aprovechando el reciente estreno de Dickinson, ficción que pone de manifiesto muchas de las realidades planteadas por el feminismo, hoy recomendamos la lectura de Mujeres en las series (Redbook), publicación de Anabel Vélez dedicada a las mujeres protagonistas de las mismas que han cambiado la historia de la televisión desde los años cincuenta hasta la actualidad, un libro que sirve para establecer un debate sobre el papel de la mujer en la sociedad actual.
Periodista y escritora, Vélez (Superheroínas: Lo que no sabías de las mujeres más poderosas del cómic, Mujeres del rock. Su historia) propone, en las más de 270 páginas de Mujeres en las series, un magnífico ejercicio para reconocer los cambios sociales que han afectado a la mujer en los últimos tiempos y ver en paralelo cómo ha sido esa evolución en la sociedad y en la pequeña pantalla, una evolución sorprendente en la que han pasado de ser meras secundarias en los roles más tópicos -novias, hijas, esposas abnegadas, amantes- a protagonistas indiscutibles del medio.
Mujeres en las series suma el 'protagonismo' inicial de Annie Oakley, Embrujada, Julia, Las enfermeras... pero también el de las actuales heroínas que aparecen en La caza, Happy Valley, Doctora Foster, Westworld o Homeland, un recorrido literario que, distribuido por temáticas y orden cronológico, supone un fiel reflejo al hecho de que, hoy en día, veamos con toda naturalidad a luchadoras, guerreras, espías, empresarias, juezas y un sinfín de profesiones más, escenario contemporáneo en el que la mujer aporta su inteligencia, creatividad, espíritu combativo y planteamientos vitales.
Desde los inicios de la televisión, las mujeres se han visto relegadas a papeles de madres, esposas, novias o hijas de algún hombre. Siempre como secundarias, como objeto de deseo, como compañeras del protagonista. Pero durante décadas han ido haciéndose un hueco, pasando de ser meras secundarias a protagonistas por derecho propio: Daenerys, en Juego de tronos, o la lucha por el poder; Defred, en El cuento de la criada, una mujer forzada a la esclavitud sexual... Mujeres en las series equilibra la desigualdad de un medio y sitúa a la mujer como merecida protagonista.