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Inteligencia emocional por partida doble

Este jueves, 21 de noviembre, los Cines Groucho albergarán un jornada dedicada a reflexionar sobre la inteligencia emocional, un evento que consistirá en la proyección VOSE de dos películas sobre esta temática y una conferencia impartida por el psiquiatra Rafael Manrique. Los pases de las películas de esta jornada, que da continuidad a las celebradas desde 2017 sobre asuntos como el amor/el temor o los amores raros pasando por la eutanasia/el suicidio, tendrán lugar a las 17:00, 19:15 y 22:30 horas y la charla se celebrará a las 21:15 horas.



Oso de la Plata a la Mejor Dirección en el Festival de Berlín, la joven directora francesa Mia Hansen-Løve (Edén, El padre de mis hijos) firma El porvenir, la historia de una profesora de filosofía en un instituto de París interpretada por Isabelle Huppert (Más fuerte que las bombas) en la que se aborda el fluir de la vida, el paso del tiempo y la necesaria aceptación de aquellos hechos que nos hacen ser quienes somos. Su trabajo le apasiona y disfruta con la reflexión. Casada y con dos hijos, divide su tiempo entre la familia, antiguos alumnos y su madre, una mujer muy posesiva. Un día, su marido le dice que la deja por otra mujer, entonces se verá obligada a aplicar a la práctica sus teorías sobre la libertad y reinventar su vida.



Sobre el mimbre literario del libro de relatos homónimo del canadiense Craig Davidson, el realizador francés Jacques Audiard, premiado en Cannes y nominado al Oscar a la Mejor Película de Habla no Inglesa con Un profeta, construye una historia de amor entre dos personas destrozadas a quienes dicha relación les ofrece una tabla de salvación. De óxido y hueso, multipremiada en festivales como la Seminci de Valladolid (Mejor Director, Mejor Guión y Mejor Actor), cuenta con destacada participación de la idolatrada actriz gala Marion Cotillard, aquí interpretando a una domadora de orcas sin piernas, a quien acompaña el belga Matthias Schoenaerts (Bullhead). En cierto modo, el director vuelve a sus raíz original, presente en títulos como De latir mi corazón se ha parado. El deseo de ayudar y ser ayudado se entremezcla, entre cantidades imponderables de intensidad emocional y fogosidad sexual, con el reflejo inevitable de las consecuencias de sus acciones.