Después de casi 5.000 millones de dólares recaudados con las ocho películas de la franquicia, Fast & Furious: Hobbs & Shaw (Peñacastillo 3D Cinemas 12) supone el primer capítulo independiente de la saga, con Dwayne Johnson (Jumanji: Bienvenidos a la jungla) y Jason Statham (Megalodón) en sus papeles habituales como Luke Hobbs y Deckard Shaw, cuyos caminos se cruzaron en la séptima entrega.
Un anarquista mejorado ciber-genéticamente llamado Brixton se hace con el control de una peligrosa arma biológica y el mundo se enfrenta a una de sus mayores amenazas. Shaw se entera de que Brixton ha derrotado a su hermana, una brillante e intrépida agente secreta del M16, así que él y Hobbs no tendrán más remedio que dejar su mortal enemistad a un lado para salvar el mundo, de Los Ángeles a Londres pasando por Chernobyl, y derrotar al único hombre capaz de acabar con ellos.
A partir de un guión de Chris Morgan, arquitecto narrativo de este universo, David Leitch (Deadpool 2) se pone a los mandos con un reparto que completan Vanessa Kirby (Misión Imposible: Fallout), Idris Elba (Molly's Game), Stephanie Vogt (El bosque de los suicidios), Eiza González (Alita: Ángel de combate), Eddie Marsan (7 días en Entebbe) y Helen Mirren (Winchester: La casa que construyeron los espíritus).
De nuevo junto a Marta González de la Vega tras Sin rodeos, Santiago Segura escribe, dirige y protagoniza Padre no hay más que uno (Peñacastillo 3D Cinemas 12), la caótica realidad que supone para el protagonista quedarse sólo con sus cinco hijos cuando su mujer decide irse de viaje en todo un ejercicio práctico de conciliación familiar. Para poner orden en la casa, contará con la ayuda de una peculiar asistenta interpretada por Wendy Ramos, superestrella de la comedia en Perú. El resto de la familia son Toni Acosta (Yucatán), Silvia Abril (Bajo el mismo techo) y Leo Harlem (El mejor verano de mi vida).