Desde su estreno este mismo viernes, 31 de mayo, el último viernes de cada mes, a las 22:00 horas, Nacho Vigalondo presentará en TCM Midnight Madness, un espacio en el que el cineasta cántabro seleccionará una serie de títulos que, cuando se estrenaron, no fueron grandes éxitos de taquilla ni merecieron elogios de la crítica hasta caer en el olvido. Sin embargo, el director cabezonense considera que estos largometrajes, por diferentes motivos, merecen ser vistos.
Más allá de Los cronocrímenes, Extraterrestre, Open Windows y Colossal, y su cortometraje 7:35 nominado al Oscar, Vigalondo es un entusiasta del cine, un espectador insaciable siempre en busca de pequeñas joyas cinematográficas que, muy a menudo, pasan de puntillas por la cartelera. Para la primera entrega de Midnight Madness, Vigalondo ha elegido un programa doble formado por A field in England (2013), de Ben Wheatley, y por Ikarie XB-1 (1963), de Jindrick Polak.
Mientras A field in England, título ambientado en el siglo XVII durante la Guerra Civil inglesa, presenta a un grupo de desertores que, ayudados por un alquimista, intentarán encontrar un tesoro oculto mezclando, sin pudor y de forma muy original, el cine histórico con el género de misterio y terror, la película de ciencia ficción checa Ikarie XB-1 influyó de manera decisiva en un largometraje que ya es uno de los grandes clásicos, 2001: Una odisea del espacio, de Stanley Kubrick.