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Crítica: "Los hermanos Sisters", por Javier Collantes

El cine se inventó como una atracción de feria, como un entretenimiento, luego como arte e industria. En cada una de las transformaciones, incluyendo la del cine mudo al sonoro, el séptimo arte nunca sucumbió, entre otros aspectos, por su alma. La síntesis del lenguaje cinematográfico que es el western permite que innumerables títulos pervivan pese al paso del tiempo, un género que define la verdadera historia en sus personajes, pura psicología en cada película del oeste.


Ahora, bajo la dirección de Jacques Audiard, el western por excelencia, con la inmensidad de la pantalla grande, vuelve a convencernos. Con títulos contundentes como El profeta o De latir, mi corazón se ha parado, el cineasta francés nos propone un nuevo relato virtuoso, una adaptación de la novela de Patrick Dewitt que logra instalar la verdadera esencia del libro con su toque fílmico entre matices y tonalidades, entre lo existencial y lo violento, casi como un cuento.


En una época en la que la búsqueda del oro sale a la superficie por encima de cualquier otra cuestión, dos hermanos son contratados para encontrar a una tercera persona. Dos hermanos distintos en carácter: uno más sereno y reflexivo, el otro más temperamental y enérgico. La persecución conjunta da paso a conflictos personales e ideológicos, motivos suficientes para trazar la perfecta fábula en la búsqueda de su respectivo lugar en el mundo merecidamente premiada.


Los hermanos Sisters está excelentemente rodada -en parte en España, como se puede comprobar en la luz de sus paisajes-, presenta una fotografía sublime y se acompaña de una espléndida banda sonora, elementos todos ellos al servicio de una historia de amor fraterno, un sentido y profundo homenaje que emociona a las películas del oeste pero desde una óptica transversal y desplazando la autoría a una mirada europea, con un arranque sencillamente espectacular.


En tiempos de cambio, una lúcida exposición con unos excelentes diálogos. Especial atención a la secuencia del cepillo de dientes. Dos cabalgan juntos, Centauros del desierto, pura esencia Ford apoyada por las sensacionales interpretaciones de Joaquin Phoenix, John C. Reilly y Jack Gyllenhaal, una muestra del saber estar ante la cámara. Los hermanos Sisters, sin  ser ninguna obra maestra maestra, sí es una gran película desde la que se divisan otros horizontes del viejo oeste.