Como complemento a la sala Retratos: Esencia y Expresión, que reúne ocho obras maestras de este género pictórico, el Centro Botín ha programado, en sesiones VOSE a las 20:00 horas, El retrato en el cine, monográfico en el que desde este martes, 21 de mayo, se proyectarán cuatro películas en las que se intentan crear retratos de diferentes maneras. El retrato va más allá de la superficie y revela algo interior, el cine captura apariencias del mundo más que reveladoras.
El joven aristócrata Dorian Gray, azuzado por el existencialismo de Lord Henry Wotton, vende su alma a cambio de la eterna juventud. Nunca envejecerá. Sí lo hará un retrato suyo pintado por un artista amigo. Protagonizada por Hurd Hatfield, George Sanders, Donna Reed y Angela Lansbury, El retrato de Dorian Gray (1945), de Albert Lewin, se proyectará el 21 de mayo.
Una semana después, el martes 28, será el turno para Utamaro y sus cinco mujeres (1946), de Kenji Mizoguchi, biografía del famoso pintor de estampas japonés del siglo XVII, considerado uno de los máximos exponentes en el arte del grabado ukiyo-e y artista especialmente conocido por sus retratos femeninos, para los que tomaba como modelos a mujeres de los prostíbulos de Tokyo.
Retrato de Jason (1967), de Shirley Clarke, proyectará el 4 de junio el retrato de Jason Hollyday, homosexual africano, retrato también de una sociedad a la que nunca han dejado desarrollarse. Este estudio es, en realidad, una aproximación a la excepcionalidad de un individuo diferente en una sociedad opresora, la representación de la humanidad viva pero atormentada.
El ciclo El retrato en el cine finalizará el 18 de junio con El arte de la amistad (2017), de Stanley Tucci, el retrato que le propone, en el París de 1964, el artista Alberto Giacometti a su amigo y escritor James Lord, proposición que, halagado e intrigado, acepta. Geoffrey Rush y Armie Hammer inmersos en un proceso creativo entre el caos, la belleza y la frustración.