Una vez más nos encontramos con una obra de teatro con importante intervención multimedia. Cuatro intérpretes, dos sillas y una gran pantalla blanca tras de sí en la que se representan los cambios de lugar y saltos temporales que se suceden continuamente en la obra.
El dramaturgo y guionista catalán Sergi Belbel nos presenta una historia de multiversos, donde las decisiones de los seres humanos crean universos o realidades paralelas, nefastas en algunas ocasiones, por la escasa atención que se presta a los dictados del corazón, lo que lleva indefectiblemente al sufrimiento propio, pero también, de manera injusta, al ajeno.
La mecánica corrección en el trabajo interpretativo de Marta Hazas y Unax Ugalde va ganando enteros con el paso de los minutos hasta situarse, en algunos momentos, en terrenos próximos a la emoción.
Cabe destacar el chispeante dramatismo de la actriz valenciana Marta Santandreu y su aportación al crescendo emocional. Una obra que presta especial atención a las relaciones de pareja, al paso del tiempo y a la fragilidad humana, temas que bien merecen una reflexión personal.