Estrenada en el pasado festival donostiarra, Tiempo después pretende ser la segunda parte de Amanece que no es poco, título emblemático de José Luis Cuerda de 1989, pero ahora en forma de distopía futurista y carpetovetónica, situándola en el año 9177 'mil años arriba, mil años abajo, que no es cuestión de pillarse los dedos'.
Viene a ser, salvando las enormes distancias, como la reciente película norteamericana Elysium, protagonizada por Matt Damon, donde una pequeñísima parte de la población de la tierra sobrevive estupendamente, en este caso en una estructura en forma de enorme edificio con todas las comodidades -incluidos rey, alcalde y conserje, además de todos los servicios a la que una sociedad capitalista puede aspirar-, mientras que el resto, la enorme mayoría, sobrevive de mala manera en la devastada superficie de planeta.
Lo cierto es que esta película contiene imágenes que son difíciles de olvidar, como el cura, interpretado por Antonio de la Torre, disparando a las masas oprimidas sublevadas; el pastor que interpreta Saturnino García, metiendo un enorme rebaño de ovejas en un ascensor; o la pareja de guardias civiles interpretada por el ibérico Miguel Rellán, el jefe, y Daniel Perez-Prada, el subordinado, que con su pinta de 'guiri' pelirrojo y ataviado con el kilt típico, interpreta a un guardia civil escocés con una verosimilitud notable.
En el reparto de esta película están todos los actores y actrices españoles del momento. Se echa a faltar Dani Rovira, que debía estar rodando dos o tres al mismo tiempo. A los mencionados se añaden Blanca Suárez, Roberto Álamo, Arturo Valls, Manolo Solo, Carlos Areces, Joaquín Reyes, Raúl Cimas, Buenafuente, Berto Romero y muchos otros, que hacen que la estructura dramática sea totalmente fragmentada por la existencia de tal número de personajes, cuyos diálogos oscilan entre lo alambicado, lo culto y lo indignado, produciendo una sensación de desconcierto en su visionado que solamente permite fijar la atención en alguna secuencia o imagen concreta.
José Luis Cuerda, además de ser mecenas y productor de los primeros trabajos de Alejando Amenábar hasta Los otros, tiene en su haber títulos de la importancia de El bosque animado, la mencionada Amanece que no es poco, Así en el cielo como en la tierra y La lengua de las mariposas. Aunque Tiempo después está lejos de sus mejores trabajos, aun conserva algún destello del talento que en algunas ocasiones demostró.