¿Qué dispositivos actúan en la movilización de nuestros objetos de deseo? ¿Cómo influye el cine en nuestra forma de actuar, en el modo en que besamos? ¿Qué tienen en común Kárate a muerte en Bangkok, Casablanca y Coffy? Al cine le gusto yo. Deseo, perturbación y otras (in)sanas perversiones, publicado dentro de la colección Kaplan de la editorial Laertes, trata de dar respuesta a estas y otras cuestiones analizando cuáles son las relaciones existentes entre el cine, el cambio personal y la educación.
A través de sus más de 250 páginas, la obra firmada por Rafael Manrique (psiquiatra y psicoterapeuta residente en Santander) y Carlos Rodríguez-Hoyos (profesor del departamento de Educación de la Universidad de Cantabria) dibuja un itinerario que pretende ayudar al lector a comprender cómo influye el cine en la creación de su subjetividad y, por tanto, cómo cambia a través del contacto con ese medio. El cine nos transforma y este texto trata de iluminar cómo aprovechar una de las potencialidades intrínsecas y menos estudiadas de ese medio, su capacidad para provocar cambios personales, psicológicos, sociales y políticos.
¿Y qué tipo de cine puede llegar a movilizar esos cambios? Cualquiera. Desde las películas que unánimemente han sido consideradas obras maestras a filmes de serie B. Por eso, Al cine le gusto yo. Deseo, perturbación y otras (in)sanas perversiones realiza un desenfadado y abierto análisis del medio, un divertido acercamiento al séptimo arte carente de prejuicios en el pretende reconocerse la influencia que cualquier tipo de película puede tener en lo que somos. En definitiva, este es un libro pensado para cultos y pervertidos, para aquellas personas que disfrutan del medio sin complejos.