Nuestra nueva recomendación como Lectura de Cine es El reverso de la cultura, un intento por demostrar la tesis de que la producción narrativa de nuestro Fin de Siglo, tanto en su vertiente literaria como fílmica, es una constatación de nuestra vulnerabilidad y de nuestras estrategias para superarla. En su trayecto escrito para demostrarlo, Damián Alou, a lo largo de casi 170 páginas, formula un exhaustivo y sistemático suicidio de la 'alta cultura' tal como se había entendido hasta ahora.
Nuevos mitos, nuevas figuras, un nuevo canon si se quiere, configuran este nuevo espacio cultural y se decantan del lado de la cultura popular. Entre otros perfiles, el héroe de nuestro Fin de Siglo es un exiliado de la sociedad en que vive, como veremos en El turista accidental; un esquizofrénico que encarna los valores apocalípticos, como el Joker de El Caballero Oscuro o Rorschach en Watchman; y un asesino en serie exquisito, como Hannibal Lecter.
Su personalidad múltiple se identifica también con un pobre de espíritu náufrago que se topa con la barrera de una clase social excesiva para él, como en Eyes Wide Shut; o con un notario histriónico que da fe del absurdo de la Gran Tradición Cultural, como los personajes de Thomas Bernhard, Jerry Seinfeld o Michel Houllebecq. Ninguno apuesta por su siglo y ninguno ofrece otra cosa que la mera supervivencia.
Todas las identidades posibles son, entre otras muchas condiciones, hijos de ese individualismo que engrasa y envenena el fin de siglo, herederos (i)legítimos de un aletargamiento terminal que se propaga como un virus imposible de erradicar. Publicado por Cátedra dentro de su colección Crítica y estudios literarios, El reverso de la cultura, de Damián Alou (Una modesta aportación a la historia del crimen) es una vuelta de tuerca al multiverso de la heroicidad desde la angosta contracultura.