¿Cómo definir una película que contextualiza con imágenes, palabras y demás elementos narrativos tantas cuestiones definidas a lo largo de 162 minutos de metraje? La respuesta se encuentra en un argumento que transpira vida, sin interrogantes. Dicha pregunta tiene respuesta: ver y dejarse llevar... Un film que nos cuenta la historia de una mujer que trabaja en una importante empresa alemana, con sede en Bucarest, y lleva una vida ordenada y metódica.
Su padre llega de visita y le pregunta, así, si es feliz. Detrás de esta pregunta, el padre adoptará un nombre, Toni Erdmann, para restablecer la relación paterno filial a través de un sentido del humor que cabalga entre el surrealismo y tonos propios del existencialismo, todo ello, además, en un país que se integra en el feroz capitalismo. A modo de infinidad de reflexiones, Maren Ade dirige un relato absolutamente arrebatador, completo de humor, seriedad, tonalidades sociales, políticas.
En un estudio de su país, Alemania, las relaciones familiares, el capitalismo, el neocapitalismo, las deslocalizaciones de empresas, el cierre, la apertura... pero, sobre manera, un ejercicio sobre el ser humano y, en concreto, un padre, una hija y un reencuentro sobre posiciones en la vida. Con unos intérpretes magistrales, el film contiene momentos con los que deja perplejo al espectador. Desde un punto de vista tan magnífico, te deja sin palabras.
Un sobresaliente guión, con un ritmo que no descansa, pasa del humor al pensamiento, del amor a las directrices establecidas por unas empresas. Países, consecuencias, recursos... un conjunto de secuencias lleno de diálogos entretenidos y profundos, un viaje de decisiones que resulta memorable. Sí es una película compleja en su presentación, pero su desarrollo resulta liberador, con sonrisas.
A veces frío como el acero, la conjunción del conflicto a muchos niveles es tan clarificador que, detrás del rostro impertérrito y distante de algunos personajes del film, trascienden a un abrazo y una comprensión. Cine europeo de mucha categoría que trasmite y entretiene en el devenir de reacciones de sus personajes, un relato con un estilo tan especial como acertado que añade un disfraz en unas hojas cinematográficas llenas de emociones. Conmovedora y sobresaliente más allá del envoltorio.