Entre el 3 y el 7 de Diciembre, el XXVIII Festival Internacional de Cortometrajes de Aguilar de Campoo, uno de los más democráticos y confraternizadores del panorama nacional -todos los seleccionados reciben 1000 euros eliminando así la competitividad y acercándose personal y profesionalmente a los trabajos de otros realizadores presentes-, se desarrolló en esta bella localidad palentina con un jurado compuesto por los prestigiosos profesionales del medio Oscar de Julián, María Ballesteros y Bernabé Rico.
Como en los dos últimos años, la gala de clausura fue acertada y divertidamente presentada por la actriz cántabra Marta López Mazorra y el actor, también del mismo origen, Jaime Astuy, aunque más breve que en anteriores ocasiones ya que solamente se entregaron los seis más importantes de los numerosos premios que concede el festival -ese mismo día por la mañana, en la lectura oficial del palmarés, se entregaron todos los demás que fueron resumidos en el vídeo que dio comienzo a la gala, que esta vez fue animada por el cuarteto de cuerda londinense The Bowjangles, plenos de calidad, música y humor-.
El Premio Especial del Jurado fue para "Timecode", de Juanjo Giménez. Sin sorpresas. Este cortometraje, Palma de Oro en Cannes 2016 y seleccionado para los Oscar 2017, sigue su carrera triunfal. Su director ha logrado una simbiosis casi perfecta entre cine y danza, con unos ligeros toques de romance y humor, que hacen un conjunto audiovisual difícil de batir. Esperemos que en sus próximas citas internacionales continué cosechando éxitos. "Timecode" también se hizo acreedor del Premio al Mejor Montaje, de Silvia Cervantes, que, según su director en el momento de la entrega de premios, se encontraba sirviendo hamburguesas en una famosa franquicia norteamericana.
El Premio de la Sección Panorama lo ganó "The App", de Julián Merino, una divertida y crítica propuesta sobre la tiranía y los peligros que conlleva el uso nada discriminatorio de los smartphones y sus múltiples aplicaciones. Los trabajos de Carlos Areces y el sonoro de Luis Zahera son muy destacables. El director se reserva su aparición en la última secuencia del cortometraje.
El Premio al Mejor Director, Javier Macipe, y Mejor Actriz, la estupenda María Jáimez -que también nos desveló que se ganaba la vida sirviendo copas-, se lo llevó el corto "Un minutito", que, a modo de documental, cuenta la azarosa jornada de una joven que, en una frecuentada calle de Madrid, pide a los viandantes una firma para cambiar la ley de asistencia sanitaria universal. Su entusiasmo, saeteado por algunos de las personas que se encuentra y por su propio entorno personal, se resiente, pero la compresión de la música callejera, le da ánimos para seguir en una lucha necesaria por restituir los logros sociales perdidos en los últimos años con la crisis como excusa.
El Premio del Público y del Jurado Joven fue para "Ainhoa", de Iván Sáinz-Pardo. Este director afincado en Berlín, de origen cántabro, ha creado una historia a caballo entre el drama social más encarnizado, de los que se ven desahuciados de sus hogares por la cruel economía de los mercados, y la fantasmagórica presencia de una niña que ejerce de vengadora justiciera de los abusos que los poderosos infringen a los humildes. La vigorosa fuerza fotográfica de José Martín Rosete, Premio a la Mejor Fotografía, potencia la sensación de ensoñación de las imágenes de Bilbao. Los pequeños juguetes humanoides que jalonan el trabajo son la metáfora más adecuada de cómo las personas son observadas por un capital sin escrúpulos ni sentimientos.
El Premio de la Prensa al Mejor Corto de Castilla y León fue para "Julia de Castro, de la Purísima. Anatomía de una criminal", de Javier Giner. Este pseudo-documental-ficción improvisado es uno de los trabajos más inolvidables de todos los vistos en Aguilar estos días. Un volcán humano llamado Julia de Castro, indignada por el precio que tiene un cuadro pintado por Oscars Tusquets, con ella de desnuda protagonista, le roba de la pinacoteca en la que estaba expuesto y le lleva de la misma guisa por todo Barcelona, buscando denodadamente un comprador. Este trabajo, tremendamente transgresor, humano y divertido, pudo tener mejor suerte en el palmarés final.
"El trastero", de Gaizka Urresti, ganó el Premio del Jurado Senior. Una historia muy propia de este jurado en el que el tiempo, la edad y la pérdida tienen una notable importancia. Buen trabajo de sus protagonistas Carmelo Gómez y Gorka Aguinagalde. Este trabajo también ganó el Premio a la Mejor Música Original, de Miguel Angel Remiro. Fue curioso el premio a Isabel Coixet por "No es tan fría Siberia". Mandó un vídeo agradeciendo el premio en Aguilar del Campo (que pena que no pudo tomarse la molestia de aprender bien el nombre). Siempre resulta chocante que un profesional de este nivel baje a los infiernos de los festivales de cortos para participar, en igualdad de condiciones, con otros cortometrajistas.
Es como si el Real Madrid o el F.C. Barcelona quisieran jugar una temporada en 2ª División B con el Caudal de Mieres, el Somozas, el Lealtad y el Mutilvera, y que encima se les aplaudiera y agasajara con ramos de flores y cajas de bombones. Lo siento por las dos co-directoras de sendos estupendos cortos de animación, Bego Vicario -coordinadora de "Beti bezporako koplak"-, que se llevó el Premio de la Crítica; y Anna Solanas, co-directora de "Cavalls morts", que ganó el Premio del Jurado al Mejor Guión. Otros trabajos destacables que no tuvieron mención en el palmarés fueron "Renovable", de Jon Garaño y José María Goenaga, de la siempre excelente factoría audiovisual vasca Moriarti. Este trabajo muestra a la misma pareja 11 años después del cortometraje "Sintonía", ahora en una situación más distante, fría y maltratada por el tiempo que aquella.
"En la azotea", un corto de iniciación personal y sexual, del que, uno de sus actores, Nil Cardoner, recibió el Premio al Mejor Actor. De la Sección Panorama cabe destacar dos trabajos con mirada femenina: "Fugit", de Marta Bayarri, en el que la culpa por el atropello de un ciclista y posterior huida se convierte en algo de lo que es imposible escapar; y "Tigre", de Aina Clotet, también protagonista, que, con un estilo muy de Cesc Gay o Mar Coll, nos muestra el comienzo de la decadencia de una relación sentimental que no ha hecho más que empezar.