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Crítica: "Marea negra", por Javier Collantes

Desde diversos puntos de vista, el género denominado cine de catástrofes obtuvo enorme éxito de taquilla con títulos como "El coloso en llamas", "Terremoto" y una larga lista de otras más que despertaron mucha aceptación por parte del espectador. Ahora, con un relato de catástrofe ecológica basado en hechos reales, es el turno del director Peter Berg, realizador de "Battleship" o "El único superviviente" que narra con acierto historias que entretienen y no engañan a nadie.


El tema del oro negro se ha tratado en el cine, con distintas miradas, en ejemplos como "Gigante" -con los tonos del cine clásico-, "Syriana" -más política-, "Mad Max 2" -un puro y grandioso tratado de cine postapocalíptico-, "Pozos de ambición" -reflexión moral y humanista-, "Los luchadores del infierno" -un ejercicio cinematográfico de otros tiempos pero muy efectivo-...


A este petróleo, a modo de arma arrojadiza y síntesis de heroísmo y supervivencia, nos traslada esta "Marea negra". A una plataforma petrolífera situada en el Golfo de México, lugar de un terrible accidente que costó la vida a once personas que quedaron posteriormente en el olvido, recogiendo el testigo de una historia de supervivencia, riesgo y sacrificio en una película comercial pero muy bien realizada.


Cine comercial intenso en su puesta en escena, excelente banda sonora, planos y posicionamiento de cámara, entramado y forma de contar una historia que convence y entretiene manteniendo tensión y emoción en cada secuencia, digna heredera de films que causaron impacto aunque con una sustancial diferencia: sus hechos son verídicos, aportando otro sentido en su ritmo narrativo. 


Notable dirección artística, buenos efectos especiales y el impecable trabajo interpretativo de Mark Wahlberg y Kurt Russell, con la presencia de John Malkovich, otorgan empaque al modo de trasmitir cada momento secuencial. Un film muy presentable, coherente en su sentido de presentar cada instante, con un concepto del cine basado en su honradez desde cualquier ángulo. Una película superior a las expectativas que suponíamos, conservando valores en su conjunto final.