Después de su estreno oficial el 24 de Junio en la Filmoteca de Cantabria (con una segunda premiere regional en el Casyc UP, donde se realizó un casting interpretativo
en Agosto de 2013, un día después), y de su presentación en su Torrelavega natal el 3 de Octubre, "Onírico. El hombre del sueño", de Juanjo Haro, vuelve a Santander,
concretamente este lunes, 16 de Enero, al Canela Bar (Plaza Cañadío). Este mediometraje, de 48 minutos de duración, será presentado, a las 21:00 h., por el propio
realizador, que actualmente está rodando "Gangsters".
"Onírico. El hombre del sueño" forma parte del reto de crear una trilogía de cortometrajes, algo poco común en este ámbito y formato, con una historia dramática que comenzó con "Onírico", continúa con este nuevo título y finalizará con "El despertar". Así pues, el director torrelaveguense nos ofrece, con "Onírico. El hombre del sueño", la segunda parte de un proyecto ambicioso que, pese a la carencia económica,
alcanza cierta complejidad que lo convierte en algo más que un cortometraje. Rodado en más de 10 localizaciones durante varios meses en 2013, sin subvenciones ni
aportaciones privadas, esta segunda entrega, que retoma la historia un año después de la primera parte, se torna hacia el thriller, manteniendo el drama y añadiendo
toques de acción y ciencia-ficción.
Marián Sousa, Alvaro Ramiro, Isabel González Fuertes, Elena Aja, Alfonso Escalada, Daniel Engemann y Laura Heredero encabezan un reparto coral que mezcla personajes
presentes en la primera parte de esta trilogía y otros nuevos que se incorporan en esta segunda entrega, un nuevo guión que ha ganado en complejidad y riqueza y que ha
sido posible gracias a un equipo técnico de hasta 12 personas.
Gonzalo Iturbe (Álvaro Ramiro), un psicólogo de prácticas cuestionables y con un fin oculto, se ofrece para ayudar a Elisa (Marián Sousa), sumida ya en una locura que
no la permite distinguir sueño de realidad. Durante este proceso, Gonzalo demostrará que su interés no es tan altruista pero, al mismo tiempo, se encontrará con algo
totalmente inesperado que le hará cuestionarse los límites de la realidad.