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Crítica: "El turista", de Florian Henckel, por Pelayo López

Mira que me lo temía... Aún así, confiado en que podía estar equivocado, acudí al cine pensando que los prejuicios inherentes a la visión previa de la cinta original, y al material promocional visionado con anterioridad, podían haber sido sesgados espejismos no acertados a la realidad... No fue así... Si pensaba que con estos precedentes la cinta no iba a ser más que basura de vertedero, el fotograma final sirvió para reafirmar dicha convicción. Venderse a Hollywood es sencillo. Sólo se necesita una billetera por llenar y falta de escrúpulos. No lo digo yo, lo ha dicho el propio director en una entrevista. ¿Dónde habrá empeñado el oscarizado Florian Henckel la estatuilla lograda con la soberbia “La vida de los otros”?. ¿Cómo dilapidar tu supuesto talento pirateando la creatividad de otros?.

Con estas premisas, ¿qué podemos esperar?. Ahora los argumentos explicativos en estas líneas meramente orientativas. La intriga original al estilo Hitchcock es sustituida aquí, además del traslado escenográfico a Venecia, por un ritmo anodino marcado por el auténtico McGuffin de la trama: el lucimiento de Angelina Jolie con modelitos y joyas. El glamour no oculta la rotundidad física y artística de la mejor elección original: Sophie Marceau. De Johnny Depp, Paul Bettany, Rufus Sewell y Timothy Dalton sólo podemos decir que resultan del todo insulsos.

Después de esta liberación personal e intransferible sobre un innecesario remake más procedente de la churrería hollywoodiense, lo único que puedo hacer ya como regalo de reyes, y que no sirva como precedente, es recomendar encarecidamente, y nunca mejor dicho, la no asistencia al cine para ver esta película. Descargaros la original, “El secreto de Anthony Zimmer”, una brillante muestra del cine francés de género a la que, afortunadamente, no han osado ofender utilizando su título en vano.