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Crítica: "Gijoe: el origen de Cobra", de Stephen Sommers

Para los que crecimos jugando con estas figuras bélicas animadas, sería imperdonable hacer caso omiso de su presencia cinematográfica, así que no me ha quedado más remedio, ¡remedio totalmente voluntario claro está!, que reencontrarme en un nuevo formato con mi juguete favorito de la infancia. ¡Y los he desempolvado!. Pensé que no tenía tantos, pero sí… tengo un auténtico ejército de GIJOEs (Global Integrated Joint Operating Entity). ¡Lástima no tener suficiente espacio como para montar una maqueta!. Lo de la película, eso ya es otra historia. No en vano, de manera muy clara, el argumento de la cinta, donde se nos muestra el origen de su contrincante, COBRA, sirve para anunciarnos lo que será una saga por la directa y por la indirecta. Vamos, varias secuelas y, seguramente como en el caso de los "X-Men", varios spin-off.

Pese a sentir la necesidad de ver la película, también es cierto que las expectativas previas, por mucho que me pese, se han acabado cumpliendo a grandes rasgos. Supongo que esto se debe, en buena medida, a los evidentes paralelismos que esta nueva saga guarda con la de “Transformers”. Hasbro y Paramount, empresa fabricante de los muñecos y estudio respectivamente, han vuelto a aliarse para intentar levantar otra franquicia cinematográfica similar. ¡Eso en la trastienda!, aunque, detrás de las cámaras todavía, también se encuentran dos fenómenos de la espectacularidad: Michael Bay en el caso de los transformables y Stephen Sommers, familiarizado con lo digital sobre todo en la monumental “La momia”, en el de estas figuras nacidas en los 40 con una película de aquella época y una serie más reciente ya a sus espaldas.

Delante de las cámaras, un largo elenco de actores y actrices encorsetados, nunca mejor dicho, en unos vestuarios que imposibilitan cualquier criterio sobre sus actuaciones. Únicamente, comentar la cuasi-parodia de Dennis Quaid como el General Hawk, las siempre presentes dosis humorísticas ofrecidas por Marlon “Ripcord” Wayans –habituado a ellas con sus “hermanos” en la saga de “Scary movie”- y, por último, la erótica presencia rubia/morena de Sienna Miller enfundada en cuero –aprovecho para recomendar una de sus películas junto a Daniel “007” Craig, “Layer Cake: crimen organizado”, por ser una de las mejores cintas del último lustro-. Lo interpretativo pasa a un segundo plano porque, precisamente, la trama narrativa no tiene el suficiente peso, al menos el que a mi me hubiese gustado, pese a los continuos atajos que se nos proporcionan en forma de flashbacks que, fundamentalmente, sirven para entretejer la parte romántica de la historia. Esta circunstancia, no obstante, pudiera estar condicionada como ya hemos comentado por su carácter continuista, y por tanto una mayor profundidad en el pasado de los personajes, en el futuro más inmediato. En resumidas cuentas: un mecenas y un científico loco con la nanotecnología –algo ya no tanto del futuro como del presente- quieren gobernar el mundo “manejando” al Presidente de los USA, pero para evitarlo aparece el cuerpo que reúne a los mejores soldados de cada país.

Hablando de echar en falta, los títulos de crédito, en estos últimos años todo un arte, aquí apenas existen perdiendo una baza importante para capturar la atención del público desde el principio. No hablaré del sonido nefasto que, seguramente, se deba a un fallo de sala y no de bobina, pero sí de la interesante banda sonora, una correcta y bien encajada fórmula a base de partituras con acompañamiento rítmico de la imagen a cargo de Alan Silvestri y canciones como la versión de “Get it on” de London Bus Stop o el “Boom boom boom” de Black Eyed Peas en los créditos finales. Lo que no falta tampoco son unos escenarios increíbles, en el doble sentido de la palabra –por lo espectaculares y por lo poco probables-, es entretenimiento puro y duro, con unos efectos especiales mayúsculos y una acción desbordante con persecuciones trepidantes, y un tanto exageradas, a todos los niveles: aéreo, terrestre -¿qué dirá Sarkozy del destrozo de París?- y submarino. El General Hawk, Cobra, Duke, Destro, Zartan, Ripcord, Snake Eyes, Storm Shadow, Scarlett, la Baronesa… los GIJOE han venido para quedarse.