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Crítica: "Oppenheimer", por Javier Collantes

¿Cómo abordar una mirada a una película cuyas expectativas, en principio, ya auguraban lo mejor de las esencias en este arte llamado cine? Uno te acercas, dos ves, tres abandonas la sala, y, después de unas horas, percibes en tu gusto fílmico que has asistido a una obra maestra. Casos escasos, pero existen, títulos que te elevan a la estratosfera del séptimo arte, la forma de ver, sentir y analizar que te encuentras, además, ante un gran cineasta. Con este preámbulo entusiasta, ejemplo de las menciones anteriores, explosiona en la emoción interior una cinta magnífica, Oppenheimer, dirigida por el gran Christopher Nolan.


Tras firmar sobresalientes películas que permanecen en la memoria del aficionado al cine, como Tenet y Dunkerque, ahora hace lo propio, incluso yendo más allá, con un film redondo, maestría en cada segundo a lo largo de un metraje de tres horas, arrollador, todo un espectáculo visual y narrativo, cuyo ritmo secuencial, distribuido en varios momentos cronológicos, eleva a sublime el conjunto del relato, magistral y asombroso, con sólidos diálogos como base fundamental. Sus portentosas imágenes -que incorporan mezcla de color con blanco y negro-, junto a un sonido apabullante, resultan una experiencia de tan alto nivel que, de existir la perfección cinematográfica, podría acercarse y/o parecerse a este universo estelar en constante ebullición y cambio, siempre latente. Cine que deja huella, CINE con unas interpretaciones geniales de Cillian Murphy, Robert Downey Jr., Emily Blunt, Florence Pugh, Matt Damon... Oppenheimer es un sensacional biopic, desde lo objetivo a lo subjetivo en varias dimensiones -todas ellas brillantes y alimentadas por una fotografía extraordinaria y una banda sonora excepcional-, que narra parte de la vida del eminente físico, el llamado 'padre' de la bomba atómica y figura clave en la II Guerra Mundial.


La Alemania nazi, la Guerra Fría con la Unión Soviética, Japón, los ensayos nucleares, el apoyo a los republicanos en la Guerra Civil, su proximidad al partido comunista, su relación con la comunidad científica y Einstein, su contexto político y su persecución judicial, la confrontación de postulados atomizantes, los sentimientos personales y los conflictos internos... Detallada a la máxima potencia y de explosivo desarrollo, Nolan firma con Oppenheimer su mejor film, un clásico expansivo en todos sus (des)órdenes, una de las grandes películas del siglo XXI, una película por encima del bien y del mal, CINE de otro universo...