Estamos ante una gran excelente película. Una joven pareja llega, procedente de Barcelona y con intención de establecer en ese país su futuro, a un aeropuerto de Estados Unidos. Ella es catalana y él de origen venezolano. Cuando llegan a la zona de control de pasaportes dan comienzo sus problemas. No son necesarias grandes parafernalias para crear una historia estupenda, como ya pudimos comprobar con esa obra maestra de 2021 titulada Mass, con una sola localización y cuatro intérpretes en estado de gracia. Upon Entry (La llegada) apenas utiliza tres localizaciones relevantes, dos zonas de interrogatorios y una sala de espera similar a la de los hospitales, ni tampoco una gran duración en el metraje, ya que apenas llega a los 74 minutos.
Lo que sí contamos es con una magnífica historia, muy bien contada, en la que no sobra ni falta nada. Cada secuencia, cada encuadre, tiene su importancia y su significado dramático y, además de esto, cuatro intérpretes que hacen su trabajo a las mil maravillas, con unas interpretaciones de muchos quilates. El protagonismo recae en el actor hispano-argentino Alberto Ammann (Celda 211), con un trabajo descomunal, entre lo vulnerable y lo oculto. A su altura está Bruna Cusí, una actriz poseedora de un Goya por Verano 1993 y que, sin hacer mucho ruido, se ha convertido en una de las grandes actrices de la actualidad. Además también intervienen la dominicana Laura Gómez, desconocida por estos lares pero que interpreta con enorme solvencia a la agente supervisora de inmigración, con la ventaja de que un familiar directo desempeña ese mismo trabajo en un aeropuerto de Estados Unidos, lo que le ha servido para documentar el personaje de manera muy real. El reparto lo completa el actor hispano-estadounidense Ben Temple (El Ministerio del Tiempo).
En los interrogatorios asistimos al proceso de degradación de la pareja, tras los cuales nada podrá ser igual, incluso cabe la posibilidad de que nada pueda ser. Los directores Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vásquez, de origen venezolano, quieren poner de manifiesto el terror que sufren los ciudadanos de América latina en el momento de atravesar los controles de aduanas, especialmente los norteamericanos. Existe una película brasileña de 2009 titulada Ojos azules (Olhos azuis), sobre el trabajo del jefe de seguridad de inmigración del aeropuerto JFK, que guarda enormes similitudes con Upon Entry (La llegada) y una calidad muy pareja.