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Crítica: "El caftán azul", por Javier Collantes

Simplificar una historia en el ámbito cinematográfico resulta complicado, aunque, como siempre, sus anclajes narrativos resultan, de un modo curioso, la llamada de la profundidad de campo sobre pantalla, lenguaje cinematográfico y su desarrollo en pantalla, palabras y sensaciones, sobre el ánimo del espectador, films construidos hacía la mirada, el detalle, la honestidad en imágenes. A dicho ejemplo se corresponde, con sus variantes pero conservando un estilo, El caftán azul, cuya composición, con sus ritmos, gusta, entusiasma o te deja frío.


Cine de otro 'paladar' con una dirección ajustada, sin estridencias, por parte de la cineasta Maryam Touzani, delicadeza, ritmo narrativo pausado, un ejercicio de cine sobre una oda al amor, poético, sobrio, elegante, en un drama sutil, con vértices de los tabús, sensual, con gestos, miradas, que pueden entusiasmar o dejar fuera de la historia al espectador que requiere un mayor kilometraje entre escenas virtuosas, en un plano sobre el conservadurismo frente al sentimiento en escena. Un film con una banda sonora notable, una fotografía cuyo cromatismo y textura llena su paleta de colores de tonos ocres amarillos distintos, oscuros, que convence con una luz que es impecable. El argumento nos lleva a Marruecos, a la vida de un matrimonio que regenta una tienda tradicional de caftanes, tejidos, tradiciones, vestidos artesanales, un lugar donde una pareja mantiene un secreto, una enfermedad, un aprendiz, que se encuentran unidos por el más absoluto amor con acechos de romper un cierto equilibrio y luchar contra sus miedos.


Relato aceptable con secuencias dignas de ver y sentir, proyecta el espacioso azulejo de un amor prohibido, la aceptación de la homosexualidad, un matrimonio, por momentos desesperante. Aunque interesa la trama, la excesiva lentitud lastra el peso de tres personajes en deriva en la búsqueda de la liberación de un 'peso'. Destaca su apartaado interpretativo: Lubna Azabal, magistral; Saleh Bakri, excelente; y Ayoub Messioui notable. El caftán azul, una historia interesante que no deja huella, un film irregular que se ve pero carece de la fuerza en sus tejido fílmico.